Explorando contenidos en cuarentena
está regalando un poquito de su tiempo. Obviamente me hago un repaso y tengo claro para qué lado me gustaría ir llevando la cosa. También al haber dado muchas entrevistas en mi vida tengo claras las cosas que a mí no me gustan de un entrevistador: que vaya al lugar común, que me pregunte lo que ya todos saben o es muy fácil de averiguar porque me lo han preguntado mil veces, que no sepan con quién están hablando. Pero bueno, tampoco considero que hacer una buena entrevista sea algo sencillo.
—¿Qué referentes tenés como entrevistador?
—Yo más que entrevistador me considero un conversador o charlador. No me veo como periodista o conductor de un programa. Otorgarle valor al sagrado momento de contarnos historias. La historia oral argentina, por ejemplo, está dada también por grandes artistas: desde escritorxs a magxs, bailarinxs o músicxs. Mis referentes en este sentido son infinitos, porque son personas que han amado mostrarnos y contarnos sus historias. Siempre estoy aprendiendo algo nuevo acerca de esto.
Redes sociales. Soy Rada aprovechó el aislamiento para producir “RadaHouse” y también para generar contenidos nuevos, explorar formatos distintos en sus redes y en canal de YouTube. “Creo que este momento es una oportunidad para crecer. Todo depende de la interpretación que uno haga de los momentos”.
Ambigüedad. “Conviven el miedo por el futuro con la alegría porque las ciudades están menos contaminadas. Conviven el disfrutar de la familia por tener más tiempo con las ganas de que se termine ya todo. Creo que nos expone a lo más luminoso y lo más sombrío de cada uno. Y está en cada uno como puede y cómo elige surfearlo. Y como leí en algún lado: estamos todos en la misma tormenta, pero no estamos en el mismo barco. Algunos tenemos barcos tipo cruceros y a otros los agarra en una balsa precaria. Por eso me cuesta hablar de esto como si mi verdad fuera extrapolable a todos, porque soy muy consciente de mis privilegios”.