La construcción resiste en Bahía a un contexto muy desfavorable
En términos comparativos significa no haberse construido 1.260 departamentos de 50 m2. De todos modos, hay optimismo en el sector de cara el futuro.
En un tiempo muy particular por la crisis del coronavirus, la construcción registró en Bahía una merma del 43% en la cantidad de metros cuadrados presentados para obra. Aun con el parate que sufrió la actividad, las restricciones sanitarias y la incertidumbre que domina a la economía, los contratos de edificación en 2020 alcanzan los 150.000 m2. Esa cifra, lejos de ser la ideal, es considerada como un “milagro” y abre una luz de esperanza para la recuperación del sector.
La construcción ha pagado un caro tributo a uno de los años más complejos del siglo, con una pandemia que para nuestro país significó una cuarentena que se extendió durante casi nueve meses y que durante mucho de esos meses se vio reducida a cero.
Por eso no sorprende que de acuerdo a las estadísticas que lleva a delante la Central Territorial de Datos del Departamento Catastro, en lo que va de 2020, enero a noviembre, ser egifstró una baja del 43% en la cantidad de metros cuadrados (m2) presentados para su construcción, lo cual representan 63 mil menos que en 2019. En términos comparativos es no haber construido 1.260 departamentos de 50 m2.
Si bien estos números son contundentes en cuanto a la afectación que ha tenido la construcción a lo largo de 2020, desde las delegaciones locales de los colegios profesionales de ingenieros, arquitectos y técnicos no dejan de manifestar cierto asombro por la cantidad de contratos de obras a construir a lo largo del año, totalizando, entre las tres entidades, cerca de 150 mil m2.
“Sorprende la cantidad por la compleja situación que venimos atravesando y no deja de ser una luz de esperanza en cuanto a una posible recuperación en los próximos meses”, reflexiona el ingeniero Alejandro Di Chiara, presidente del colegio de Ingenieros.
En términos similares se manifestó el titular del Colegio de Arquitectos, Aldo
Braccini, quien mencionó que era poco menos que “un milagro” que a pesar de las severas restricciones para trabajar y la gran incertidumbre económica y social se haya registrado esa cantidad de presentaciones de obras.
No hay que olvidar que las distintas fases que la ciudad debió soportar por la cuarentena mantuvieron paralizada la construcción durante al menos tres meses, mientras que en otros permitieron trabajar en condiciones que redujeron cualquier ritmo normal de obra. A esto se suma una economía que en marzo tenía un dólar informal a 83 pesos y que por ahora se ubica en 160 pesos, luego de haber llegado casi a 200.
Entre enero y noviembre de 2020 –de acuerdo a las estadísticas de Catastro-- se presentaron permisos para construir 83.890 m2, lo cual representa el 57% de los presentados para idéntico período en 2019. Es decir que hubo 63.076 m2 menos permisados, equivalente a 1.260 departamentos de 50 m2.
Una vez más, uno de los componentes que ayudó a “salvar” el año en los número totales es la declaración de obras realiza das sin permiso, aprovechando las ventajas que otorga la ordenanza 19372. En 2020 se llevan blanqueados 63.899 m2, en una paridad casi total con los permisos presentados para obras nuevas.
En cuanto al tipo de obras presentadas para construir en 2020, el 37% fue para viviendas unifamiliares, seguido por un 17% para multifamiliares y un 17% para ampliaciones.
Lo clandestino
Finalmente, siguen apareciendo en escena miles y miles de metros cuadrados construidos sin que la municipalidad tomara conocimiento de su existencia, las denominadas “obras sin permiso”, que se ejecutan sin la debida presentación de planos, sin el pago de derechos de construcción e incluso sin respetar (en muchos casos) las normativas vigentes en la materia.
Desde el primer día de agoto de 2018 a la fecha, se declararon 373.567 m2 construidos de manera ilegal. Esto significa, en términos de buscar algún parámetro que indique su relevancia, como si todas las obras construidas con permiso en 2018 y 2019 hubiesen pasado inadvertidas para la municipalidad. Esto deja en claro además las severas dificultades que tiene el municipio a la hora de disponer de personal y equipamiento adecuado para controlar el rubro.
Por último, las presentaciones sin permiso realizadas desde agosto de 2018 al 1 de diciembre de este año genera ron una recaudación de 93,6 millones de pesos en derechos de construcción.