“La pandemia obligó a los padres a enfocarse más en lo digital”
Sebastián Bortnik, experto en Seguridad Informática, dijo que el aislamiento generó más visibilización del grooming y otros delitos contra menores. “Los adultos están más atentos a sus hijos”, dijo.
“Durante el aislamiento por la pandemia, las denuncias por grooming aumentaron muchísimo y esta situación se visibiliza más porque los padres pusieron mucha más atención en que gran parte de las vidas de sus hijos pasa por la tecnología”.
De esa forma, Sebastián Bortnik, especialista en Tecnología y Seguridad Informática, analizó la coyuntura relacionada con el ciberacoso a menores de edad, uno de los riesgos que los chicos corren en Internet, potenciado en estos tiempos de confinamiento.
Según el experto bahiense, a raíz del actual contexto de encierro por el Covid-19, los niños realizan la totalidad de sus actividades mediante la tecnología con dispositivos como el teléfono celular o la tablet.
Precisamente, señala que esa circunstancia “obligó a los adultos a poner mucho más el foco en lo digital”.
Aseguró que este cambio
“a la fuerza y apresurado” generó un incremento sustancial de denuncias por grooming.
Opinó que esto ocurre porque al compartir más tiempo que antes en sus hogares prestan mayor atención a la actividad de los hijos en la web.
“Más que transformación digital, lo que estamos viviendo es un éxodo analógico, es decir, que la gente huyó de lo analógico porque no tuvo otra alternativa y no se volcó a la tecnología por convencimiento”, reflexionó.
Bortnik, quien fue uno de los fundadores de la ONG Argentina Cibersegura, refirió que “creció mucho más la visibilidad del problema que los delitos. Es poco probable que haya habido una suba considerable de los atacantes durante la pandemia”.
Complicaciones
“En el caso de los adultos, lo que sí explicaría el aumento en los ciberdelitos es que mucha gente se vio forzada a migrar a lo digital apresuradamente, como por ejemplo usar el homebanking o hacer teletrabajo, porque no podía salir de sus viviendas”, agregó.
Consideró que estas personas están más expuestas que alguien que hizo una transición “progresiva hacia lo digital, como consecuencia de la "obligación de usar la tecnología al no haber otros recursos”.
Las tres claves
Respecto a los peligros que corren los chicos y chicas en la web, Bortnik aconsejó a los padres involucrarse, informarse y dialogar, ya que “la palabra siempre es la gran herramienta".
“Es importante entender el problema, saber en qué momento hablarlo con los chicos y conocer los consejos básicos, que no son los mismos para prevenir que un nene o nena de 6 años acceda a un sitio de pornografía, como para evitar que un preadolescente de 12 sea víctima de grooming”.
Indicó que "como adultos debemos asumir que ayudar a los chicos a cuidarse de Internet es nuestra responsabilidad, porque ellos no lo pueden hacer solos".
“Si les preguntan a padres quién se ocupa de que sus hijos se cuiden en la red, van a contestar que los chicos saben hacer eso solos. Entonces el primer paso es cambiar esa respuesta y comprender que, a pesar de que los menores se manejan con mucha facilidad con las tecnologías, no las entienden ni saben cómo cuidarse”, agregó.
“Esto sucede porque somos adultos analógicos criando niños digitales”, continuó diciendo.
Bortnik resaltó también que denunciar este tipo de delitos "ayuda a evitar otras potenciales víctimas”.
“Algunas familias se cierran, algo comprensible, pero todos debemos ayudar a que eso cambie. El grooming se puede y se debe denunciar; en el resto de los incidentes hay que trabajar en la contención”, resaltó.
“Los padres están convencidos de que sus hijos la tienen clara con la tecnología, por eso que cuando le pasa algo a los chicos se enojan”.
“En vez de hacer una autocrítica, los papás regañan a sus hijos por determinado incidente que sufrieron en Internet y les quitan el teléfono celular”, finalizó.