La Nueva

Marcos Galeano regresó a Olimpo después de su traumática salida

Después de haber sido despedido en febrero de 2018 por la Comisión Directiva que lideró Mauro Altieri, el Profe, quien había trabajado 24 años en forma ininterrum­pida en el club, regresó al aurinegro. Y tuvo mucho para contar...

- Sergio Daniel Peyssé speysse@lanueva.com

“No hay que renegar por estar en el Federal A. Hay que corregir lo que se hizo mal y ver cuáles son las maneras para poder subir otra vez”.

“Es un Profe de los buenos, comprometi­do con la causa”.

Siempre me acuerdo de la referencia de Mario Sciacqua, ex DT de Olimpo, hacia Marcos Galeano, preparador físico que volvió a trabajar al club aurinegro después de haber sido despedido el 2 de febrero de 2018 por la Comisión Directiva que en ese entonces lideraba Mauro Altieri y la agrupación Identidad Aurinegra.

“Sabía que en algún momento iba a volver, aunque nunca metí presión ni le fui a golpear la puerta a nadie”, comenzó diciendo Marcos, quien, y vaya paradoja del destino, se inició laboralmen­te en la entidad del centro bahiense el 2 de febrero de 1994.

El PF nacido en Saldungara­y casi siempre estuvo ligado al fútbol, aunque en Olimpo también integró los Departamen­tos de básquet y vóley, más allá de haber tenido que coordinar, en más de una ocasión, las tareas y las actividade­s de los distintos profesiona­les que pasaron por la institució­n.

En los últimos dos torneos del Federal A fue el Profe del primer equipo de Sansinena, aunque en los últimos meses había empezado a pensar que su ciclo en el “tripero” de Cerri era un ciclo cumplido.

“Cuando vinimos de Chaco (tras perder con For Ever en el cruce de playoff) le manifesté a Marco (González, el orientador) que sentía que estaba cerrando una etapa, que no estaba convencido en seguir y que iba a evaluar la posibilida­d de estar en el cuerpo técnico de Sansinena en el Federal A. En ese momento, de Olimpo no sabía nada, no había recibido ninguna propuesta y menos que menos pensaba en cambiar un lugar de trabajo por otro”, deslizó “Marquitos”.

ese interín me llamó Angel Tuma (presidente olimpiense), a quien le comenté que si me iba de Sansinena no tenía otro destino fijo y que por eso no sabía bien que hacer. Me dijo que existía una posibilida­d de ser coordinado­r de las categorías menores de Olimpo y me entusiasmé, pero a los dos días Alfredo Dagna (vice) me avisó que esa oportunida­d se había desvanecid­o por completo y que tenía otra propuesta para mi”.

—¿Cuál?

—Me preguntó si me interesaba volver al club como Profe del plantel profesiona­l, que había hablado con Alejandro Abaurre y que iba a ser parte de su cuerpo técnico.

Para esto, la relación entre Abaurre y el Profe Franco Testa estaba rota por completa. Las diferencia­s entre ambos, una pelea en el medio y, según algunas versiones que circularon internamen­te pero que salieron a la luz, los celos de uno y el silencio del otro provocaron que todo termine mal y que Testa se tenga que ir del club una vez que el equipo cerró su participac­ión en el último Federal A.

“Algo pasó, aunque no quise involucrar­me en el tema porque en el medio estaba un colega que, con razón o no, se había quedado sin trabajo. Lo primero que hice cuando llegué fue empezar a hablar de fútbol, a renovar el ánimo, que la preocupaci­ón sea deportiva. Olimpo es un club grande en todos los sentidos, pero es de fútbol, y de lo que menos se hablaba era justamente de eso, de fútbol”, remarcó Marcos.

“Cuando pasó lo que pasó con Abaurre, quien de un día para el otro dejó de ser el técnico de Olimpo, Alfredo me pidió que espere, que no busque otra cosa. Le di a entender que de mi parte estaba todo bien, que no me había ido de Sansinena para retornar a Olimpo”, explicó el “zorrino”.

—¿Cómo te fuiste del club cerrense?

—Sin inconvenie­ntes. Sobre mi situación hablé con Dámaso (Larraburu, máximo responsabl­e en el manejo del fútbol profesiona­l de Sansinena) y me entendió perfectame­nte. Tanto a él como a Marco les voy a estar agradecido de por vida por la posibilida­d de trabajo que me dieron en una categoría que no conocía. Marco es un obsesivo del fútbol, y me sirvió mucho trabajar con él y su cuerpo técnico.

La vio venir

“Fue muy triste que me dejen sin trabajo después de haber estado 24 años en el club, donde era uno más pero ya había conseguido un sentido de pertenenci­a y estaba cómodo. Pasé buenas y malas, tuve que hacer de todo, pero nunca renegué del lugar que ocupaba o de las tareas que me da“En

ban para cumplir”, contó Marcos, quien enseguida retrocedió imaginaria­mente para referirse a su salida, la que, según él, vio venir cuando la CD que estaba al frente del club le empezó a dar vueltas antes de que le comuniquen la decisión final.

“Sentía que en cualquier momento me iban a decir que me tenía que ir. Había organizado un Mundialito de fútbol, estaba todo bien, pero en ese momento, cuando más ocupado estaba yendo de un lado a otro, me informaron que estaban evaluando qué hacer conmigo. Ese mismo día me pidieron que presente un proyecto laboral que sirva para sostener mi cargo en el club, caso contrario me tenía que ir. Al poco tiempo me confirmaro­n que no tenía lugar, y me despidiero­n en una reunión que tuve con el presidente, el vice y el tesorero”, señaló.

“Yo sé que no fue una decisión de ellos, confiaron en un proyecto de alguien que no me quería en el club y que hizo todo lo posible para que me echen. En realidad, me reemplazar­on por otro. Fue un dolor muy grande, sobre todo porque a Olimpo, más de una vez, le dediqué más de las horas laborales que me correspond­ían. Ojo, lo hice con gusto y no lo echo en cara, pero nada de eso tuvieron en cuenta a la hora de dejarme sin trabajo”, acotó.

“A veces pienso que aquello tuvo que pasar para que se de esto de ahora. No le guardo rencor a nadie, bastante castigo tiene aquella Comisión Directiva con haber sido la peor en la historia centenaria de Olimpo”, disparó.

“Cuando me fui de Olimpo, siempre tuve la idea de volver, pero para serle útil al club. Por eso cuando Angel me habló, le dije que no quería retornar para ser un relleno del decorado, que mi intención no era regresar por ser amigo de él y de Alfredo. Le manifesté que si se daba, buenísimo, sino me iba a quedar un lindo recuerdo de los años que viví siendo parte de Olimpo. No me quitaba el sueño el hecho de volver, tampoco le hice juicio al club por una deuda importante que me dejaron cuando me despidiero­n”.

—Justamente eso te iba a preguntar: ¿por qué nunca iniciaste acciones legales?

—Yyy... Lo pensé mucho, pero desistí. Un integrante de esa Comisión me pidió perdón por todo lo que había pasado, me dijo que se habían equivocado y que le habían errado feo en varias cuestiones. Después de eso, ¿qué iba a hacer?

“Además, no inicié el juicio porque yo considerab­a que me había ganado un nombre y una identidad en el fútbol local gracias a Olimpo, y no quería manchar esa imagen por cuestiones extradepor­tivas y que no tenían nada que ver con mi profesión”.

“Fue injusto que me echen, pero internamen­te sabía que esa Comisión no iba a durar demasiado (fue un año y medio de gestión hasta la renuncia masiva de todos sus integrante­s), porque como había arrancado era imposible que se sostenga. Ese dirigente que me pidió disculpas me dijo que hacerle juicio era como matar a un muerto; que no tenían para donde salir ni como responder. En ese momento llevaban seis meses en el cargo, exigir algo vía legal era perder el tiempo.

—De la deuda, ¿te olvidaste?

—Esa plata que me deben la quiero tener porque trabajé para merecerla. Por suerte llegué a acuerdo con Alfredo Dagna para empezarla a cobrar en cuotas. Identidad Aurinegra me quiso hacer firmar un papel donde aclaraba que yo cobraba una parte de la deuda, el monto que a ellos se les ocurrió, y que después no tenía derecho a reclamar más nada. En ese momento agarré la plata, firmé en disconform­idad y nunca más me llamaron ni me atendieron el teléfono.

“Cuando Alfredo volvió al club, le pregunté si ese dinero lo podía llegar a cobrar alguna vez y me prometió que me lo iban a saldar mediante una moratoria y en cuotas mensuales. Ya está, Dagna me sacó un peso de encima; sé que si promete cumple”.

—¿Es distinto trabajar en Olimpo que en otro lado?

—Depende. Me sirvió mucho lo de Sansinena, conocí a un grupo de pibes que me hicieron sentir orgulloso de ser el Profe, por la mística que tenían y la garra que día a día le ponían al entrenamie­nto y a las ganas de progresar. Entregaban la vida; me encantó entrenar con ellos.

“Por ahí en Olimpo los objetivos son distintos. Es un club de Primera en todos los sentidos, y marca una clara diferencia por su historia, su estructura, sus condicione­s, sus espacios...

“El tema Abaurre es muy delicado, hay gente en el medio que puede quedar lastimada con lo que se dice. Por eso no opino, prefiero el silencio”.

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EN pose, charlando con Carlos Mayor, el actual entrenador de Olimpo en el Federal A.
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FOTOS: PRENSA OLIMPO EL cuerpo técnico, que ya empezó la pretempora­da: Facundo Di Nasso (entrenador de arqueros), Galeano, Mayor (DT), Jorge "Patrulla" Jimenéz (AC) y Maxi Lafitte (PF).

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