Un suarense, premiado por una obra sobre la “Madre de la Patria”
Máximo Auricchio ganó un certamen del ministerio de Cultura con su obra "Pasos hacia el Frente", que evoca a María Remedios del Valle, la afroargentina emblema de las luchas por la independencia.
Cuando el dibujante suarense Máximo Agustín Auricchio empezó a buscar datos sobre la vida de María Remedios del Valle para participar del concurso de historietas lanzado por el Ministerio de Cultura de la Nación, se dio cuenta no solo de lo poco que se sabía sobre ella sino del enorme legado de su sacrificada vida.
Para saber más sobre esta militar afroargentina, considerada en su época como Madre de la Patria (por su heroica actuación en nuestras guerras de la independencia) recurrió a internet.
Gran lector de novelas históricas –le interesan mucho las autobiografías noveladas- investigó lo que pudo y se sentó a crear. Debía lograr plasmar la mejor versión posible de este personaje en una historieta.
“De María Remedios no se sabe bien dónde nació, ni el año, menos el día. Y lo que encontrás en internet es bastante poco y repetitivo. Hay varias páginas en las que uno puede leer sobre su vida pero en algunas de ellas los párrafos están copiados”, dijo.
Hasta entonces, él había escuchado hablar de las "Niñas de Ayohúma" y sabía algo de una mujer militar afrodescendiente a la cual sus compañeros de armas llamaban la Madre de la Patria, o La Capitana, pero no sabía que se trataba de la misma persona.
De a poco, se fue interiorizando sobre sus hazañas y valentía.
“De María del Valle impresiona toda su vida, de sacrificio. Acompañó a la milicia como auxiliar cuando le tocó defender Buenos Aires en las segundas Invasiones Inglesas y lo hizo con éxito”, contó.
También partió al Alto Perú con el Ejército del Norte, al mando de Manuel Belgrano, con su marido y sus dos hijos, uno de los cuales era adoptivo. Perdió a toda su familia en el campo de batalla y no se alejó del Ejército.
“Tal era su sentido de pertenencia”, comentó el suarense quien, actualmente, luego de haber estudiado la carrera de Arquitectura en la UBA, forma parte de Isidoro Espacio de Arte.
También reflexionó acerca del duro papel de una mujer como María Remedios en la sociedad de esa época, dividida en castas.
“Ella no era negra, blanca, aborigen, mulata ni mestiza. Era de la casta de los pardos. Por eso, imagino que donde pudo desarrollar su verdadero ser y se sintió fuera de toda casta, donde se sintió María Remedios del Valle, fue en el Ejército del Norte”, sostuvo.
Para el artista, esta mujer soldado durante tanto tiempo invisibilizada por la historia oficial, se dio cuenta de que su verdadera identidad, su ser, estaba en el Ejército.
“Caía prisionera, la torturaban, zafaba de ser fusilada, recibía azotes, lograba escapar y volvía a incorporarse al ejército. Si había que tirar tiros, los tiraba. Socorría a los heridos en plena batalla y asistía amputaciones en hospitales de campaña”, destacó.
“Hacía todo con el mismo amor y la misma vocación que cualquiera pone cuando se trata de defender a su familia y a su lugar de pertenencia”, dijo.
Auricchio señaló que la parte más rica de estos concursos es cuando el autor incorpora información nueva de personajes que fueron muy valiosos pero que, sin embargo, están en un segundo o tercer plano, pese a haber desarrollado acciones fundamentales.
En este sentido, destacó que uno de los relatos que más lo ayudó a formarse una idea sobre la identidad de Del Valle y su papel en la gesta revolucionaria fue una defensa que hizo el General Viamonte ante los Diputados sobre esta mujer al encontrarla mendigando en una plaza porteña.
“La vio, reconoció que era la capitana del Ejército del Norte, tal como la había nombrado Belgrano, habló con ella, se dio cuenta de que estaba viviendo en la pobreza absoluta y empezó a reclamar en las sesiones de Diputados que le dieran un reconocimiento o pensión, por su grado militar”, dijo.
Del Valle estuvo enlistada en batallas como las de Ayohúma, Vilcapugio y Tucumán, así como en el Éxodo jujeño. Recibió incontables heridas de bala y sable. En 1813 fue tomada prisionera por los españoles, quienes la azotaron por nueve días por haber ayudado a huir a oficiales patriotas en el campo de prisioneros.
Finalmente, escapó y se sumó a las fuerzas de Martín Miguel de Güemes y Juan Antonio Álvarez de Arenales, para cumplir una doble función, de combatiente y enfermera. Siete veces estuvo a punto de ser ejecutada por el enemigo.
Auricchio quedó impactado por lo poco que se ha difundido la fascinante historia de María Remedios del Valle, "La Capitana".