Sociedad, discapacidad y la mirada distinta de un perro guía
“Todo saldrá bien”, del español Emilio Ortiz, es una aventura policíaca humana y conmovedora sobre un perro ya jubilado que vuelve a la acción para trabajar en una empresa “inclusiva”.
Dicen que allá donde se juntan un niño y un perro encontraremos la unión de los sentimientos más puros y nobles que jamás hayamos tenido oportunidad de experimentar, porque ambos gozan de un gran nivel de compatibilidad y comprensión mutuas.
Emilio Ortiz, autor del éxito A través de mis pequeños ojos, sale nuevamente al ruedo con una ficción conmovedora, una aventura policíaca humanamente deliciosa que cuenta cómo las aventuras en compañía se viven mejor.
“Una nueva agencia de detectives acaba de nacer en Madrid. La forman un grupo de lo más peculiar y divertido: Mario, un joven emprendedor invidente, Nicolás su amigo del alma y Milagros y Juanma dos jóvenes con capacidades especiales. Juntos intentarán averiguar qué le ha sucedido a una joven que lleva meses desaparecida. Al equipo de detectives se unen dos sabuesos de primera: ‘Cross’ el extraordi- nario perro guía ya jubilado de Mario que tendrá que vérselas con ‘Jazz’, el juguetón pastor alemán que lo acompaña ahora".
La historia es sencilla y fluida y está plagada del sentido del humor que ya caracterizaba al autor en su primera novela.
En el capítulo uno, el lector accede a datos principales de la historia. "Cross" vive en la residencia de perros guías jubilados, pero lo van a buscar y pasa a vivir con Mario y su familia. Mario y Nicolás se conocen desde los ocho años en un campamento. Juanma es sordo y Milagros hemipléjica y trabajan en una empresa inclusiva dedicada al tratamiento de documentación escaneo y transformación de documentos. La empresa no anda bien porque tiene competencia desleal y les pagan una miseria a los empleados pero como la gente necesita trabajar estos siguen laburando.
La totalidad de la novela está escrita en tercera persona desde la mirada omnisciente de un narrador ajeno a la historia .
"Conversando entre libros" cuenta que en esta novela, el verdadero protagonista es Nico, amigo y empleado de Mario, que tras los problemas económicos que está pasando la empresa, Marioscaneos, decide darle un nuevo sentido a su vida y cambiar de trabajo dedicándose a ser detective privado. Pero antes incluso de sacarse la licencia ya la sale al paso un caso que dará un giro a toda su existencia. Y no solo a la suya, también a la de sus compañeros Milagros, Mario y Juan María, e incluso a la de sus amigos perrunos.
El resto de personajes tendrán también una función importante dentro de la historia pero en esta segunda novela, el papel del protagonista central ha pasado del binomio MarioCross al binomio NicoCross.
El autor nos vuelve a demostrar que las personas con discapacidad pueden llevar a cabo casi cualquier trabajo. La ceguera, la sordera o la paraplejia no impiden que esas personas puedan desarrollar un trabajo magnifico. Sólo necesitan que alguien les dé la oportunidad de probar su valor.
En esta ocasión, prácticamente la totalidad de la novela está escrita en tercera persona desde la mirada omnisciente de un narrador ajeno a la historia salvo en alguna pequeña ocasión donde volvemos a encontrarnos (como ocurría en "A través de mis pequeños ojos") con la mirada tierna e inocente de "Cross", ahora un perro guía jubilado, y "Jazz", el nuevo perro guía de Mario.
Con el correr de las páginas, Nico, que es el único que no tiene discapacidad, se le ocurre sacar la licencia de detective privado y asiste a un lugar para practicar tiros . La primera vez fue con "Cross", pero el perro se asustó mucho. Más adelante, Nico se entrevista con Gonzalo Ramírez, miembro de la policía secreta y es allí donde comienza con su primer caso como detective, cuando el policía le pide a Nicolás que encuentre a su hija Jimena, que le dejó una carta en la cual pide "que su papá no la busque". De ahí en más, queda por cuenta del lector seguir entusiasmándose con las aventuras de los detectives y sus perros.
Lo que caracteriza tanto a los protagonistas humanos de esta novela como a los protagonistas animales es la nobleza y la pureza de sus sentimientos. Son personajes limpios, con buenos sentimientos y puros de corazón. Son gente sencilla ("superhéroes sin capa" como los llama el propio autor) que cuando ven que un amigo o incluso algún desconocido necesita ayuda, no dudan en proporcionársela, y la amistad entre ellos es sincera y profunda. Son personajes que llegan al corazón.
"A pesar de encontrarnos ante una novela policíaca (diferente, eso sí, a lo que estamos acostumbrados a leer de este género) con desapariciones, matones, sectas y secuestros, la sensación final que ha dejado esta novela en mí ha sido de ternura. Ternura por todos esos personajes humanos y perrunos, por esa amistad tan sincera que hay entre ellos y por esa destilación continua que hay de compañerismo", apunta en su reseña el blog.
Una novela policíaca distinta a las que estamos acostumbrados a leer, con grandes dosis de humor, ironía pero también crítica social y política, pero sobre todo con unos protagonistas entrañables.