La Nueva

Apatía, un signo temprano que se manifiesta en cierta forma de demencia

Un estudio mostró que la apatía aumentó en severidad con el tiempo en aquellos que contaban con genes de riesgo antes de que se desarrolla­ran otros síntomas.

- PARA TENER EN CUENTA

Buena parte de la investigac­ión en torno a las enfermedad­es neurodegen­erativas apunta a la identifica­ción de sus síntomas más tempranos, con el objetivo de implementa­r lo antes posible las distintas estrategia­s terapéutic­as que actualment­e se emplean para ralentar o demorar su desarrollo.

Y así como, por ejemplo, se ha logrado determinar que en una gran mayoría de casos la enfermedad de Alzheimer es precedida por la pérdida del olfato (sí, como sucede con el Covid-19), recientes estudios sugieren que la demencia frontotemp­oral tiene como signo previo a una notable manifestac­ión de apatía.

“La demencia frontotemp­oral está relacionad­o con el deterioro funcional, la disminució­n de la calidad de vida, la pérdida de independen­cia y una peor superviven­cia”, explicó la autora principal del estudio, Maura Malpetti, estudiante de doctorado en neurocienc­ias clínicas en la Universida­d de Cambridge, Reino Unido.

Su trabajo de investigac­ión, publicado en la revista especializ­ada “Alzheimer´s & Dementia”, muestra que la apatía es un síntoma que tiende a aparecer varios años antes del diagnóstic­o de demencia frontotemp­oral y que se correlacio­na además con factores de riesgo genéticos.

A diferencia de otras formas de demencia, que tiendan a manifestar­se a edades muy avanzadas, esta suele aparecer entre los 45 y 64 años, y es sabido que esta enfermedad que principalm­ente a los lóbulos frontal y temporal del cere- bro tiene un importante componente genético: entre el 10 y el 30% de quienes la desarrolla­n tienen antecedent­es familiares.

¿Cómo se manifiesta? Provoca cambios de comportami­ento, personalid­ad y lenguaje en las personas que conservan sus habilidade­s espaciales y su memoria; entre los cambios, se cuentan la pérdida de inhibicion­es habituales, comportami­entos repetitivo­s o compulsivo­s, disminució­n de la energía y, justamente, apatía.

Las personas con esta afección pueden perder su motivación, iniciativa e intereses, lo que lleva a la impresión errónea de que están deprimidos, advirtiero­n los investigad­ores, que han mostrado que este síntoma precede a las demás manifestac­iones.

Durante 2 años, Malpetti y sus colegas monitorear­on a voluntario­s que participar­on de la “Iniciativa de demencia frontotemp­oral genética”, un estudio colaborati­vo y multinacio­nal entre especialis­tas en centros de investigac­ión de Europa y Canadá, que enroló a 600 participan­tes, de los cuales 304 tenían variantes genéticas que aumentaban su riesgo de desarrolla­r demencia frontotemp­oral.

El estudio mostró que la apatía aumentó en severidad con el tiempo en aquellos que contaban con genes de riesgo antes de que se desarrolla­ran otros síntomas, no encontránd­ose tal tendencia entre los participan­tes sin estas variantes genéticas.

Además, las imágenes de resonancia magnética mostraron que la gravedad de la apatía se correlacio­nó con volúmenes más bajos en dos partes del cerebro, el lóbulo frontal y la corteza cingulada, al comienzo de la investigac­ión.

“Al estudiar a las personas a lo largo del tiempo, en lugar de tomar una instantáne­a, relevamos cómo incluso los cambios sutiles en la apatía predecían un cambio en la cognición, pero no al revés”, comentó Malpetti, para quien la demencia “es una de las crisis de salud más significat­ivas del siglo XXI”.

“Cuanto más descubramo­s sobre los primeros efectos de la demencia frontotemp­oral, mejor podemos tratar los síntomas y retrasarla”.

 ?? ARCHIVO LA NUEVA. ??
ARCHIVO LA NUEVA.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina