Tuberculosis: advierten una caída en los diagnósticos a causa de la pandemia
El uso de tapabocas adoptado ampliamente por la población para prevenir el Covid-19 podría haber contribuido a una menor transmisión de la tuberculosis.
El impacto de la pandemia de Covid-19 no solo debe medirse por las muertes y la carga de enfermedad que ha ocasionado a nivel global, sino también por un impacto colateral –que incluso en el largo plazo quizás sean aún más alto– sobre otras enfermedades que han quedado desatendidas por el colapso sanitario o cuyo control ha retrocedido porque que muchas personas han dejado de consultar al médico por miedo a contraer Covid al acercarse al sistema de salud.
Es el caso de la tuberculosis que, según comunicó recientemente la Organización Panamericana de la Salud (OPS), experimentó una caída de su diagnóstico de entre el 15 y el 20% durante 2020, lo que pone piedras en los planes para erradicar esta enfermedad en 2050.
“La tuberculosis sigue teniendo un costo devastador en el mundo y es inaceptable que la gente sufra y muera por algo prevenible y curable”, dijo al respecto la directora de la OPS, Carissa F. Etienne.
“Los servicios de salud han sufrido durante la pandemia. Tenemos que hacerlo mejor. Tenemos que diagnosticar a más personas para que puedan ser tratadas y curadas. Tenemos que mantener nuestros compromisos para reducir la carga de la tuberculosis en nuestra región y en todo el mundo”, remarcó Etienne, al tiempo que deslizó un potencial aspecto positivo de la pandemia: el uso de tapabocas adoptado ampliamente por la población para prevenir la Covid-19 podría haber contri- buido a una menor transmisión de la tuberculosis, aunque todavía no hay datos que lo confirmen.
Volviendo a los objetivos de erradicación de la tuberculosis planteados a nivel global en 2018 en la Organización Naciones Unidas, que pronosticaba su fin en 2050, un reciente informe elaborado por las comunidades afectadas por la tuberculosis y la sociedad civil de todo el mundo revela una brecha importante entre esos objetivos y el grado en que los compromisos políticos se han traducido en acciones.
En Argentina, advierte el informe “Una brecha mortal: compromisos versus la realidad de la tuberculosis”, de los 10.293 casos y recaídas informados en el boletín epidemiológico solo el 71% fue exitoso, mientras se desconoce el resultado del tratamiento del 29% de los casos restantes.
La OPS llama la atención sobre la existencia de casos no diagnosticados por los servicios de salud el año pasado y una continuidad en la trasmisión de la infección. Recién en el último trimestre de 2020, en varios países la caída de “la notificación de casos ha comenzado a recuperarse gracias a los esfuerzos realizados por los programas nacionales de tuberculosis de reactivar las intervenciones de búsqueda de casos”, advierte la organización panamericana.
En la actualidad, la tuberculosis es una de las infecciones que más muertes causan en el mundo. Según las estadísticas más recientes, se estima que 290.000 personas enfermaron en 2019 en las Américas, y que, de ellas, 54.000 no fueron diagnosticadas o sus casos reportados. Brasil, Perú, México, Colombia y Haití concentraron casi el 70% de los casos notificados. Además, 22.900 personas murieron en 2019 por tuberculosis en la región, 5.900 de ellas vivían con VIH.
La tuberculosis es una afección pulmonar, aunque la bacteria que la causa -el Bacilo de Koch– tiene la capacidad de invadir otros órganos, como los riñones, meninges e intestinos, entre otros.
En la actualidad, la tuberculosis es una de las infecciones que más muertes causan en el mundo, según informes a nivel oficiales.