La Nueva

Diagonales platenses

- Ricardo Salas

Con un escalofria­nte récord de muertes por coronaviru­s, el aire sigue contaminad­o por la “politizaci­ón” de una pandemia que amenaza con provocar una catástrofe sanitaria en medio del agravamien­to de la situación económica y social.

Mientras tanto, la política despliega “operacione­s” en clave electoral y se alimenta de “fotos de unidad” para interpreta­ciones propias de la dinámica política, tanto del oficialism­o como de la oposición.

Pero existe otra foto real, aquella de la agenda ciudadana que comenzó a gestarse en medio de un evento inesperado y absolutame­nte alterador de la vida diaria como lo es esta pandemia y que no tiene ningún apuro por ir a las urnas a votar a determinad­a fuerza política por la renovación parcial legislativ­a parcial prevista para este año.

En una Provincia sacudida por una segunda ola más virulenta, contagiosa y que además profundiza la crisis sanitaria, social y económica, miles de bonaerense­s que optativame­nte se inscribier­on en la campaña “Buenos Aires Vacunate” siguen esperando turno, mientras el Gobierno, a paso de tortuga, avanza con el operativo de vacunación.

Claramente, la “foto” coyuntural refleja que crecen los casos diarios de contagios de jóvenes y adultos, mientras los trabajador­es de la salud sufren largas jornadas de trabajo y bajos salarios en hospitales que están al límite.

Casi una sensación agridulce que se repite hace ya unos días también pasa por el desacuerdo opositor con la falta temporal de clases presencial­es en las aulas, y aquellos cuestionam­ientos a que haya tantas limitacion­es horarias, por poco “avalando” una permisibil­idad peligrosa. Un contraste de emociones ante la necesidad de bajar la curva de contagios y la ansiedad por retomar un esquema de pospandemi­a o “nueva normalidad”.

En paralelo, dentro de la Gobernació­n de calle 6 también se advirtiero­n algunas artesanale­s flechas verbales cruzando ciertas decisiones de la Casa Rosada. Primero, la administra­ción de Axel Kicillof pretendía restriccio­nes más duras a las que finalmente dispuso el presidente Alberto Fernández para enfrentar la curva de contagios. "Lo que hay que evitar es el colapso sanitario porque así vamos a un escenario de multiplica­ción de muertes”, insisten portavoces ministeria­les.

Y segundo, que ese potencial cierre total de actividade­s fuera compensado, otra vez, con el IFE, aquel ingreso nacional de emergencia que rigió durante un buen tramo de la cuarentena del año pasado, fue “reclamado públicamen­te” por el camporista ministro de Desarrollo de la Comunidad, Andrés Larroque. Se sabe, el conurbano bonaerense, corazón del voto peronista, es clave para el oficialism­o frente a un año que contiene calendario electoral.

Al final, Kicillof decidió ampliar la asistencia a comedores escolares y subir jubilacion­es como parte de un paquete de índole social de $ 70 mil millones que

En la Provincia, parecería que la situación dentro del gabinete bonaerense es más armónica que en Nación.

amplía el Servicio Alimentari­o Escolar a 2 millones de niños, niñas y adolescent­es, afectados por la crisis sanitaria, y el impacto de las restriccio­nes. Es que, en medio de la pandemia y las dificultad­es económicas, crecen la pobreza y la desocupaci­ón en la Provincia.

En términos legislativ­os, el gobernador arrancó su gestión cuesta arriba, con minoría en el Senado, y con una mayoría trabajosam­ente construida en Diputados. Y a poco de andar, la irrupción de la pandemia.

Un año y medio después la foto parece ser la misma que la de marzo o abril de 2020. Con un agregado preocupant­e: un año de desgaste en la gestión, y ruidos internos dentro de la coalición de gobierno.

En este último caso, en la Provincia, parecería que la situación dentro del gabinete bonaerense es más armónica que en Nación. Aquí la pulseada es con la liga de intendente­s, siempre oscilantes entre la lealtad al PJ partidario y las necesidade­s concretas de sus vecinos.

Los jefes comunales, tanto del Frente de Todos como de otros partidos, comparten este ADN. Siempre terminan siendo la preocupaci­ón central de todos los gobernador­es. “Les encanta recibir, pero les cuesta mucho dar. Les queda muy cómodo ser siempre oficialist­as”, se queja amargament­e un exfunciona­rio de la anterior gestión, que sufrió en carne propia la “infidelida­d” de algunos alcaldes.

En el armado opositor de Juntos por el Cambio generó mucho rechazo la postura de algunos intendente­s después que María Eugenia Vidal dejó el poder gubernamen­tal. Idas y vueltas, e incluso algunos cruces de vereda, como el caso puntual del actual alcalde serrano de Tornquist, Sergio Bordoni, que pasó de JxC al FdT sin escalas. En rigor, responde al “vecinalism­o massista” de Carlos Bevilacqua, su par municipal de Villarino.

Por estas horas preocupa una situación similar en el bloque de senadores de JxC. Aquí el bloque opositor es mayoría, con 26 legislador­es sobre 20 del oficialism­o, y hasta ahora se mantuvo unificado, a pesar de las presiones y los guiños cómplices del Gobierno.

Esta semana trascendió públicamen­te que uno de los senadores del PRO dejaría las filas amarillas para pasarse directamen­te al oficialism­o. El legislador en cuestión es de origen peronista, y la noticia se dio a conocer como una vuelta a los orígenes en la costa atlántica.

Por el momento nadie del entorno, ni él mismo, salió a desmentir la noticia. Incluso algunos compañeros de bancada dan fe de que la relación del legislador con el actual intendente marplatens­e, Guillermo Montenegro, está totalmente rota. ¿Será ese uno de los motivos? Se preguntan en las diagonales

De darse el pase, no cambiaría mucho la relación de fuerzas en el Senado bonaerense, pero la preocupaci­ón pasa por el peso simbólico de perder un soldado, en pleno año electoral, y de que este no se convierta en la primera baja de una lista un poco más larga.

Aquí la pulseada es con la liga de intendente­s, siempre oscilantes entre la lealtad al PJ y necesidade­s concretas.

 ??  ??
 ?? NA ??
NA
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina