Inconvenientes, estrés y acumulación de trabajo
La falta de fiscales en el Departamento Judicial Bahía Blanca se evidencia en el cúmulo de trabajo que asumen los actuales integrantes del Ministerio Público.
“Llevamos muchos años trabajando de esta forma, porque se nombra a dos fiscales pero se van otros dos, algunos se jubilaron y otros pasaron a otros organismos como el caso de Foglia, que se fue al fuero federal. Otros asumieron como jueces en la justicia provincial”, indicó Fernández.
“La actividad de un fiscal produce un alto nivel de estrés y tensión, porque trabaja desde la recepción de una denuncia hasta que la causa termina, es decir el juicio oral, los recursos y a veces se va a Casación”, acotó.
“Todo esto genera un cúmulo de trabajo que hay que atender. Cada fiscal tiene su UFIJ y encima 6 fiscales tienen que subrogar una segunda UFIJ. Si ya una sola es un trabajo altamente estresante, dos es una situación difícil”.
El fiscal general agregó que “no es un alivio sustancial, pero estas dos designaciones nos permite seguir a pesar de las seis vacantes, que son muchas”.
En 2016 el funcionario ya había advertido sobre esta misma problemática, que en ese momento obligó a la suspensión de juicios.
“La situación es bastante crítica porque se viene de un arrastre de algunos años. Ahora hay voluntad política, pero es algo que lleva su tiempo”, manifestó en aquel entonces, cuando había 5 fiscalías sin titulares y 2 fiscales de licencia.
“Hay agentes haciendo el trabajo de dos o tres fiscales. No se puede frenar la rueda, pero ya se empieza a sentir porque tuvimos que pedir la suspensión de juicios”, refirió Fernández en esa oportunidad.