El uso intensivo del Zoom provoca cansancio y hastío
Los efectos por este cansancio suelen ser perjudiciales en el ambiente didáctico, perjudicando a los alumnos.
La nueva normalidad ha obligado a todos a adaptarnos a una manera diferente de reunirnos y compartir nuestro tiempo. El rol de la educación y el trabajo en línea han sido trascendentales para la continuidad de múltiples tareas durante la pandemia.
Entre las herramientas disponibles se ha impuesto el zoom, un programa de software de videochat.
Pero lo que se esperaba fuera una solución y una alternativa para unos pocos meses se ha extendido en el tiempo, lo cual ha mostrado sus ventajas pero también sus efectos negativos.
Los especialistas analizan ahora una de las consecuencias más habituales de quienes se comunican a través de sus computadoras, con un diagnóstico al que se menciona como el de “fatiga Zoom”, definido como “un estado de hastío, cansancio y aburrimiento” que puede sentir un usuario al atender reuniones, clases o eventos en línea a lo largo del día.
Los efectos por esta fatiga suelen ser perjudiciales en el ambiente didáctico.
Algunos de sus síntomas son: dificultad para concentrarse, agotamiento físico, ansiedad al entrar a una llamada o, durante la misma, cierta irritabilidad, dolor de cabeza y cansancio ocular.
El problema resulta más serio en los niños. Los especialistas sugieren a los padres estar atentos ante la tolerancia de los chicos frente a una pantalla.
Si un niño deja la clase, tiene un episodio de ira o simplemente se niega a entrar, podría no ser una situación de capricho, sino un caso real de agotamiento.
Los modos
Uno de los aspectos que dispara el estrés es que quien está en clase o reunión online no pueden moverse mucho.
Es recomendable entonces utilizar los periodos de receso para que los usuarios descarguen energía. Diez minutos de caminata, un par de ejercicios o un rato jugando con su mascota puede reducir los niveles de estrés y mejorar la concentración.
Si bien los alumnos de más edad pueden identificar y manejar la fatiga por aprendizaje remoto, es necesario también que los maestros estén al pendiente aspectos que podrían dispararla, así como de estrategias para disminuirlo.
Es necesario tener un canal de comunicación abierta para saber cómo están emocionalmente.
Ser conciso, breve y amigable también es determinante para mantener la atención de los alumnos y hacer más fácil el proceso enseñanza-aprendizaje. Ayuda además a prevenir el desgaste por parte de maestros.