Pandemia: fuerte incremento de alertas por delitos sexuales en Internet
Un informe de la Procuración bonaerense detalla que durante 2020 se produjo un crecimiento exponencial en la cantidad de reportes enviado por una entidad internacional sobre estos hechos. En la ciudad también quedó evidenciado.
Nunca los medios y las herramientas son suficientes cuando se lucha contra delitos vinculados a la tecnología. El avance constante y las maniobras utilizadas por los delincuentes para burlar los cercos de control hacen que la tarea sea muy complicada.
Hace casi 10 años nuestro país firmó un convenio para sumar información vital en la investigación de casos tan graves como el grooming o la producción, distribución y tenencia de imágenes de abuso sexual infantil.
Argentina recibe, desde el 13 de noviembre de 2013, reportes y alertas del Centro Nacional para Niños Desaparecidos y Explotados (NCMEC según las siglas en inglés) sobre contenido de ese tipo que circula en la red.
Esa es la mayor fuente de inicio de causas en las fiscalías bonaerenses.
Los reportes son recibidos y distribuidos a todo el país por el Ministerio Público Fiscal de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, de acuerdo a la competencia jurisdiccional que corresponda.
Cada uno de ellos informa el número de IP (Protocolo de Internet) desde donde se transmitió el contenido sospechoso, junto con la fecha, la hora y la ubicación aproximada.
Cifras elocuentes
La pandemia trajo aparejado, además de un contexto sanitario preocupante, un crecimiento exponencial en la conectividad de las personas y de su vulnerabilidad frente a los delitos tecnológicos.
Según un informe de la Procuración bonaerense, en 2020 recepcionaron 6082 reportes, lo que determina un ascenso muy importante respecto a los 2083 que llegaron en 2019. Y el año previo, 892.
El 75,4% de un total de 3505 investigaciones comenzaron de esa manera durante el período relevado.
Nuestra ciudad no fue la excepción, ya que a lo largo del año pasado recibieron en la fiscalía bahiense 176 alertas sobre ese tipo de actividad, frente a las 59 del período anterior. En 2018 habían sido solo 29.
En 2020 el Ministerio Público del Departamento Judicial Bahía Blanca puso en marcha 173 causas, 99 de ellas por la divulgación de imágenes de abuso sexual infantil y 74 por grooming.
Este último dato no es menor, ya que las causas por este delito crecieron sustancialmente en relación a 2019, donde la fiscalía instruyó 51 investigaciones.
La cifra ubica a Bahía en segundo lugar dentro de los 19 departamentos judiciales provinciales, solo por detrás de Lomas de Zamora, donde comenzaron a investigar 99 hechos por grooming.
La ciudad tiene el doloroso recuerdo del crimen de Micaela Ortega, en 2016, luego de que Jonathan Luna, condenado a perpetua, la contactara mediante un perfil falso de Facebook.
El caso impulsó la ley que desde fines de 2020 establece la creación de un Programa Nacional de Prevención y Concientización del Grooming o Ciberacoso contra Niñas, Niños y Adolescentes, cuyo objetivo es prevenir, sensibilizar y generar conciencia en la población sobre esta problemática a través del uso responsable de las Tecnologías de la Información y la Comunicación y de la capacitación de la comunidad.
Denuncias en alza
El Director Nacional de Ciberseguridad, Gustavo Sain, expuso la forma en que durante 2020/21 la cantidad de presentaciones judicales aumentaron notablemente a partir de la cuarentena.
“De acuerdo a datos del NCMEC se incrementó un 80% la cantidad de denuncias durante la pandemia, a partir de una mayor conectividad de menores de edad y el adulto presunto pedófilo se valió aún más de las tecnologías de captación”. El funcionario comentó
Nueva. a La que en nuestro país, según datos de la organización, durante 2019 hubo 38.570 reportes, mientras que en 2020 esta cifra ascendió a 52.706.
En un sentido más amplio indicó que “durante la pandemia en la Argentina se ha incrementado la cantidad delitos informáticos en dos escalones: a nivel de usuarios particulares (fraudes y estafas en línea) y a nivel de organizaciones -fundamentalmente en grandes empresas- casos de ransomware”.
Sobre esto último, explicó que cuando un software malicioso ingresa en los sistemas informáticos e impide el acceso y encripta archivos privados de la organización, bajo amenaza de hacerlos públicos. En esas circunstancias, solicitan un “rescate” de la información mediante criptomonedas.
Por otro lado, describió que en cuanto a los delitos contra la integridad sexual de niños, niñas y adolescentes en línea “se incrementaron las denuncias de grooming, que es el acoso sexual por parte de un pedófilo mediante el uso de servicios y aplicaciones de Internet, pero mayormente la tenencia, producción y distribución de imágenes de abuso y explotación sexual de menores de edad”.
Explicó que si bien los casos de grooming subieron, el objetivo de los abusadores no fue convencer a la víctima para concretar un encuentro personal y someterla, “sino de seducirla para que pose desnuda frente a la web cam o cámara del celular para retratarla”.
“El Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio (ASPO) produjo un decaimiento de esta modalidad, pero sí hubo un mayor volumen de material multimedia circulante con contenido de menores de edad”, finalizó Sain.