Miguel “Oreja” Barragán sigue con la domiciliaria, pero ahora está condenado
La situación del hombre, de 62 años y acusado de comercializar drogas, había motivado un escándalo el año pasado, en medio de la cuarentena más estricta porque, con Covid-19 positivo, había recibido el beneficio desde la cárcel de Devoto.
Miguel Ángel Barragán, un preso que el año pasado, en medio de la cuarentena dura, generó revuelo al recibir el arresto domiciliado desde la cárcel de Devoto, siendo Covid-19 positivo, fue condenado pero mantendrá el beneficio.
"Oreja", que el próximo 22 de octubre cumplirá 63 años, fue sentenciado a 4 años y 5 meses de prisión por tenencia de drogas para la comercialización, como eslabón importante de una organización que no solo abarcaba nuestra ciudad sino también el sur del país.
Se encuentra bajo arresto en una vivienda del barrio Univesitario por presentar hipertensión arterial, problemas coronarios, Epoc y derrame pleural, además de estar a derecho cada vez que se lo requirió y cumplir con las reglas de conducta.
El fallo fue dictado por el juez Ernesto Pedro Sebastián, del Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Bahía Blanca, tras el acuerdo de juicio abreviado entre el fiscal Gabriel González Da Silva y el defensor particular, Dámaso Larraburu.
En el marco de la misma causa también fueron condenados Sergio Orestes "Tacho" Occhiodoro (61) y su hijo Fernando Nicolás (26), apodado "Lombardo", ambos domiciliados en General Roca, provincia de Río Negro, y actualmente detenidos en un Complejo Penitenciario Federal de la Ciudad de Buenos Aires.
Recibieron 4 años y 4 meses de prisión y 4 años y 3 meses, respectivamente.
Marilina Rodríguez (29), de Benito Juárez, fue beneficiada con una suspensión de juicio a prueba, a cambio de una multa y tareas comunitarias no remuneradas de 8 horas mensuales durante un año.
Derivación de otra causa
La causa contra Barragán y el resto es desprendimiento de un caso iniciado en 2017, conocido como "Rápido y Furioso", en el marco de una investigación que abarcaba el robo de autos de alta gama en el conurbano para luego adulterarlos y venderlos en Bahía Blanca y la región (Barragán siempre estuvo ligado a la compra y venta devehículos).
Las tareas investigativas incluyeron escuchas telefónicas que determinaron la existencia de una organización que se dedicaba a transportar drogas, supuestamente liderada por un recluso de Buenos Aires, que vendía a gran escala en el sur del país e incluso en Chile.
Así surgieron conexiones telefónicas entre el citado reo y Juan Pablo Barragán Fulle -hijo del "Oreja" y prófugo- y Sergio Occhiodoro y los vínculos entre estos y los otros procesados, siempre ligados con el delito.
El 9 de febrero de 2019 se realizaron varios allanamientos, en Bahía y en Roca, que derivaron en las detenciones y el secuestro de evidencia, como una importante cantidad de droga fraccionada para la venta, dinero, armas de fuego, balanzas digitales y celulares.
En nuestro medio los operativos incluyeron una vivienda en San Lorenzo 2900 y dos departamentos en Panamá 2600 y Granaderos al 100.