“Alerta roja”, con Gal Gadot, quien vuelve con un nuevo tipo de película de robos
Regresa al ruedo esta mujer reconocida mundialmente por encarnar a la icónica Mujer Maravilla en la franquicia cinematográfica de DC. “Creo que es brillante, muy divertida y sorpresiva”, señaló la actriz.
“Creo que Rawson realmente encontró la manera de dar con una nueva forma de contar estas historias: un nuevo tipo de película”.
La actriz israelí Gal Gadot, reconocida mundialmente por encarnar a la icónica Mujer Maravilla en la franquicia cinematográfica de DC, vuelve al ruedo con el género de comedia de acción en "Alerta roja", la cinta que está disponible desde ayer en la plataforma de streaming Netflix y que se propone ser "un nuevo tipo de película de robos”.
“Creo que es brillante, muy divertida y sorpresiva, con muchísimas idas y vueltas, suspenso y humo”, resumió la intérprete, ya experimentada en el rubro de peleas y secuencias explosivas con otras participaciones, por ejemplo, en cuatro entregas de la saga de “Rápido y Furioso”.
En este proyecto escrito y dirigido por el cineasta estadounidense Rawson
Marshall Thurber ("Rascacielos: Rescate en las alturas"), Gadot apuesta por mezclar sus notables habilidades para la acción con los seguros pero no exagerados pasos hacia la comedia que también dio en otros títulos como "Encuentro explosivo" (2010) y "Espiando a los vecinos" (2016) para dar vida a Sarah
Black, las más perseguida e importante ladrona de arte del mundo.
Del otro lado de la rítmica y veloz trama, que según ella hace que "Alerta roja" se convierta en una opción "especial y encantadora para mirar", se encuentran otras dos grandes estrellas de Hollywood como Dwayne "La Roca" Johnson y Ryan Reynolds en los roles, respectivamente, del agente del FBI John Hartley y del criminal Nolan Booth, que busca destronar a su competidora en el ranking de los ladrones de piezas históricas y de arte más buscados por Interpol.
El motor y la excusa que desatan esta historia -que busca amarrar al público con sus impresionantes escenarios, saltando entre ambientes tan disímiles como Roma, Valencia, Bali, Rusia y la mismísima selva misionera en Argentina- es el intento de ambos por hacerse con tres huevos de oro que solían, según la leyenda, pertenecer a la reina egipcia Cleopatra.
La amenaza de la sagaz y siempre adelantada Sarah en la carrera por adquirir los preciados y antiquísimos objetos provoca que los protagonistas se unan en una suerte de misión conjunta algo ridícula y repleta de gags -entregados