Turismo: el boom del verano, pero también el “gran enemigo” costero
Una veintena de ONG ambientalistas relevaron más de 420.000 metros cuadrados en 21 localidades costeras de la provincia de Buenos Aires. Y el resultado fue preocupante; casi el 85% de los residuos encontrados eran plásticos.
Por el extremo impacto ambiental, los datos alarmaron. De un total de 40.331 residuos que se recolectaron en la costa bonaerense, el 84,5% correspondieron a desechos plásticos.
Eso se desprende del Censo Provincial de Basura Costera Marina en la Argentina, que realizó una veintena de ONG del sector en distintas ciudades balnearias de la provincia de Buenos Aires.
Durante septiembre y octubre del año pasado, 438 voluntarios relevaron un área total de 422.501 metros cuadrados en 21 localidades (desde San Pedro hasta la Isla Lucero, frente a Bahía Blanca) y pudieron realizar un ranking de los principales tipos de contaminantes plásticos, entre los que figuraron: las colillas de cigarrillo (19,6%), fragmentos de este material(18,7%), envoltorios (13,2%), bolsas (10%) y restos de nylon (8,1%).
“Cada vez son más los animales que recibimos en el centro de rehabilitación que interactúan con plástico, y que se ven afectados por esta problemática”. afirmó Karina Álvarez, bióloga y responsable de Conservación de la Fundación Mundo Marino, que fue una de las instituciones que participó del censo.
La especialista, también fue coautora de un estudio publicado en la revista internacional Frontiers que analiza cómo distintas especies del Estuario del Río de La Plata funcionan como indicadores biológicos de la interacción negativa con plásticos: “Identificamos al delfín franciscana como la principal especie indicadora de esta problemática. También aparecen las tres tortugas marinas (verde, cabezona y laúd), el lobo marino, el pingüino magallánico y la gaviota cocinera”.
En 2016 surgió la idea de realizar este relevamiento para registrar la situación de las playas bonaerenses y promover medidas tendientes a reducir la cantidad de basura que llega a los ecosistemas marinos.
“El hecho de poder contabilizar y darle número a los residuos nos permite analizar, evaluar y trabajar sobre los hábitos de consumo de las personas. Además, sirve como una herramienta de gestión al momento de pensar resoluciones para mejorar el manejo del tratamiento de la basura”, dijo Álvarez sobre la quinta entrega de este censo, que en 2020, por la pandemia, no se realizó.
“Cada vez son más los animales que recibimos en el centro de rehabilitación que interactúan con plástico".