Las veredas, esos espacios públicos siempre descuidados
Próximamente se realizará una inspección que permitirá tener un panorama de la situación y reparar los problemas que se verifiquen.
UN RECIENTE
anuncio realizado desde la comuna anticipó que se realizará una inspección del estado de las veredas en el centro y en algunos barrios, de modo de constatar su estado e intimar a los frentistas a proceder a su reparación.
NO ES
difícil reconocer el preocupante estado que tienen las veredas en la ciudad, con desniveles, roturas, faltante de piezas, varias daños por las raíces de los árboles, entre otros causales.
LOS FRENTISTAS
son responsables de mantener en buen estado su vereda. Una ordenanza lo establece con claridad: los frentistas son responsables de la limpieza y mantenimiento de su vereda, estando obligados a retirar de las mismas todos los residuos y obstáculos que impidan el tránsito peatonal y que puedan causar accidentes a personas que circulen por la misma.
POR OTRA
parte, en caso de generarse un accidente con un peatón por el mal estado de las mismas, es el municipio quien debe responder, por ser estas consideradas un bien de dominio público del Estado municipal, y “este debe responder en su carácter de dueño y guardián”, de acuerdo a lo qye establece el Código Civil.
LO MISMO
ocurre con el mal estado de las calles, por lo cual debe responder por los daños cuya causalidad se encuentre en la situación de riesgo que ella genere por su mala conservación, deficiente señalización o iluminación.
EN CUANTO
a las veredas propiamente dichas, cada frentista será intimado a realizar los arreglos que se consideren pertinentes y deberá justificar, según la magnitud del arreglo, su posible incapacidad de afrontar el costo de la obra, con lo cual podrán buscarse otras alternativas.
LO MISMO
ocurre con los recintos de los árboles, que deben adecuarse a las normativas existentes y no convertirse en obstáculos para los caminantes.
LAS VEREDAS
conforman un espacio público por donde transitan cada minuto miles de ciudadanos.
MANTENERLAS EN
buen estado es una necesidad básica y elemental en cualquier ciudad del mundo, y es una obligación que todos debemos compartir por el bien de toda la población bahiense.