Diez años sin el Flaco Spinetta, el artista que dejó una vara muy alta
Cuarenta años de carrera, adorados por músicos de todos los estilos y partícipe de los cimientos del rock nacional. Una década sin el artista eterno.
La apoteótica noche del 4 de diciembre de 2009 saldó las cuentas con su historia y se aventuró en un inédito concierto en Vélez.
Con 62 años recién cumplidos; una intensa trayectoria de más de 40 años; y una rica y audaz obra portadora de una originalidad y belleza inusitadas, cuya exploración aún hoy no se agota y ofrece siempre nuevas y reveladoras aristas, el 8 de febrero de 2012 moría Luis Alberto Spinetta y dejaba un legado fundamental.
Figura central del rock argentino, Spinetta expandió los límites de este movimiento con una lírica inusual para el género; un inquieto estilo musical propio forjado con influencias que fueron reinterpretadas desde sus particulares y arrojadas lecturas; y, fundamentalmente, una coherencia en su postura artística que nunca se vio contaminada por los dictados de las modas o los mandatos del mercado, aunque siempre atento a las nuevas tendencias.
Como si todo eso no bastara, este artista se destacó además como un brillante intérprete, alejado de ortodoxias, creador de una expresiva forma de cantar y tocar la guitarra, imposibles de imitar.
Estas particularidades dieron vida a una obra integrada por cientos de composiciones repartidas en más de 40 discos –casi todos ellos de un nivel superlativo-, cuya apreciación pareciera ser inagotable, incluso luego de innumerables escuchas.
El personal estilo de Spinetta, la profundidad de sus creaciones y su intransigente postura artística lo convirtieron en una figura altamente respetada e, incluso, venerada; aunque, salvo algunas excepciones, esto generalmente no tuvo su correlato en la difusión mediática.
Spinetta creció al calor del tango, el boom del folklore, Los Beatles, el jazz, la pasión por el dibujo, la poesía y lecturas de autores como César Vallejo y Julio Cortázar.
Desde las aulas de un represivo colegio de curas, comenzó a darle cauce a distintos canales de expresión junto a su compañero y compinche Emilio del Guercio.
Todo eso confluyó y se materializó en Almendra, grupo seminal del rock argentino, que en su homónimo primer disco desplegó todo un novedoso universo lírico y musical, que contemplaba personales lecturas de las influencias recibidas de Astor Piazzolla, el rock, el jazz y algunos fenómenos de la canción de la época, como el caso del español Joan Manuel Serrat.
En una placa marcada a fuego por la delicada poesía de "Muchacha ojos de papel" y "Plegaria para un niño dormido", el surrealismo de “Figuración", la psicodelia de "Color humano", el rock de "Ana no duerme" y la tanguera "Laura va"; "A estos hombres tristes" aparece como el ejemplo más acabado de los miles de caminos que convergían en el estilo artísticos de Spinetta.
Las drogas psicodélicas en boga en pleno hippismo y las lecturas de los poetas malditos marcaron las siguientes experiencias de este artista que, tras la experimentación en el segundo disco de Almendra, disolvió al grupo en pleno éxito y se embarcó en una experiencia que, siguiendo los pasos de los llamados "poetas malditos", incluyó un disco dadaísta, improvisado en estudio ("Spinettalandia y sus amigos"), y un viaje iniciático por Europa.
Eructo
A su regreso al continente, producto de la influencia del rock duro de Led Zeppelin y de sus intercambios con Pappo, forma en 1972 Pescado Rabioso, un grupo al que en una charla para el libro "¿Cómo vino la mano?", de Miguel Grinberg, definió como "el primer eructo después de que uno se toma un Uvasal tras haber comido y bebido a mansalva".
Tras dos discos con clásicos como "Blues de Cris", "Despiértate nena", "Postcrucifixión", "Credulidad" y "Como el viento voy a ver", entre otros, disuelve al grupo en 1973 y lanza como solista (aunque acreditado a Pescado Rabioso) "Artaud", una de sus obras cumbres inspiradas en el "dolor" que genera la lectura de este poeta francés, según sus propias expresiones.
La siguiente experiencia, que se extendió hasta 1976, fue Invisible, un trío junto a los ex Pappo´s Blues Machi Rufino y Pomo Lorenzo.