Milena cumplió su sueño de jugar en San Lorenzo
Fue de las primeras en integrar el equipo de fútbol mixto en Coronel Dorrego. Preparó sorrentinos para costear el viaje.
Cuando a la dorreguense Milena Nuñez, de 14 años, se le dio la oportunidad -el año pasado- de probarse en San Lorenzo de Almagro, su mamá Stella Montiel -quien trabaja en un geriátrico y limpia una casa en el campo- se cargó el sueño al hombro.
Familia ensamblada de 8 hijos, no tenían el dinero para viajar, pero hicieron todos los esfuerzos por reunirlo: elaboraron sorrentinos hasta la madrugada y vendieron rifas en el pueblo para que ella pudiera vivir esa experiencia con la que sueña desde niña. Mile es tan fanática de la redonda que hasta fantasea con tener una fiesta de 15 y entrar haciendo jueguito, con su camiseta, la 10.
"Cuando está enferma o no puede ir a entrenar, entrena en un potrerito que tenemos al lado de casa. Ella misma se hace las rutinas, se filma y manda los videos", dijo la mamá.
No se pierde por nada del mundo los campeonatos de fútbol femenino y masculino, por televisión. Su hermano Nicolás, de 18 años, jugó tres años en Villa Mitre de Bahía Blanca.
"Cuatro de sus hermanas jugaban en el mismo equipo de Mile. Ahora son tres porque su hermana Yamila quedó embarazada", contó la mamá.
"Hacemos todo por el sueño de Mile, por las ganas que le pone y por lo que se esmera día a día. No se dan una idea del sacrificio que hace", dijo su mamá, quien resaltó el talento, la humildad y la pasión de su hija por el fútbol.
La dorreguense se presentó en diciembre pasado en San Lorenzo de Almagro, en Capital Federal, y quedó preseleccionada. El 14 de febrero volvió a viajar para la prueba general y quedó.
"Me avisaron el 12 de febrero que Mile tenía que presentarse el 14 y yo me había contagiado de Covid en el trabajo. Tenía una desesperación...", contó la mamá.
No obstante, se pusieron en campaña para recaudar el dinero y lo consiguieron.
"Cuando Mile se puso a hacer sorrentinos conmigo le dije que no era necesario. Ella me respondió: 'El sacrificio es para mí, cómo no va a ser necesario'", comentó su mamá.
Finalmente, fue seleccionada por San Lorenzo, junto con su prima Abril Saenz, quien también viajó a probarse. Ella tiene 12 años y juega en el Club Atlético Villa Rosa.
El pase de Mile lo tiene Villa Rosa, pero juega en San Martín.
Sueña con ser jugadora de la Selección Argentina, al igual que su ídola, la tandilense Agustina Barroso. También ama a Lio Messi.
Cuando comenzó a jugar, a los 4 años, no había fútbol femenino en el pueblo. Integrarla con varones fue costoso. La liga todavía no permitía que hubiera fútbol mixto.
Iba a entrenar a escondidas de su papá, Pablo, porque él no estaba de acuerdo. Un día, cuando su mamá fue a comprar botines a su hijo mayor y a Mile, el marido la acompañó y ahí se enteró de que la nena estaba jugando.
"Al principio se enojó y le dijo a Mile que el prefería que jugara al hóckey. No pisó una cancha hasta los 8 años, pero cuando la vio jugar, quedó enamorado. Ahora no se pierde un partido y la sigue para todos lados", dijo la mujer.
Stella tiene 45 años, 12 nietos y uno en camino. Está con su compañero desde hace 22 años. Sus hijos del corazón le dicen mamá.
"Mile es la más chiquita y la adoración de sus hermanos, que siempre la apoyan y dan lo que sea por ella", comentó.
Para jugar en San Lorenzo debería mudarse a Capital pero el club no tiene pensiones para chicas y viajar tantas veces por semana, para entrenar, no es una posibilidad. Entonces, desde San Lorenzo le propusieron que viajara a