Leo Sujatovich y la banda sonora de tu vida
El espectáculo, que tiene varias fechas, presenta composiciones realizadas como bandas sonoras para películas.
al como lo hizo para el público rockero con su destacado aporte a la versión de Spinetta Jade que sonaba en el año del regreso a la democracia, o como lo llevó adelante con la creación de la música para decenas de películas; el pianista, compositor y -desde hace poco, también
Tcantante Leo Sujatovich continúa con la misión de hacerse responsable de la banda sonora de la vida de quienes lo escuchan. Así lo lleva a cabo actualmente, de manera mucho más explícita aún, a través de su espectáculo "Conexión Sujatovich", en el que improvisa melodías, luego de narrar relatos de vivencias compartidas previamente por el público a través de una cuenta de mail.
En el marco del ciclo "No¿Quién ches en la Terraza del Picadero", Sujatovich volverá a explorar esos territorios artísticos el sábado 12 de marzo y el jueves 24, en la sala ubicada en Enrique Santos Discépolo 1857. La saga, que promete convertirse en un clásico, continuará el jueves 21 de abril, a las 20, en Pista Urbana, en San Telmo; y el viernes 3 de junio, a la misma hora, en Cuerda Mecánica, en Villa Urquiza.
El espectáculo presenta composiciones realizadas como bandas sonoras para películas, creaciones en las que mostrará su novedosa faceta como cantante y las improvisaciones luego de las lecturas de los relatos enviados por el púbico. Cada presentación cuenta con las gráficas -en vivo o grabadas- de la VJ Sofía Córdoba y el próximo jueves estará la conductora radial Julieta Pink compartiendo una vivencia personal a la que Sujatovich musicalizará.
El motor
"Es una confluencia de momentos que tienen que ver con las ganas de cantar que tenía desde hace mucho tiempo. Empecé a cantar, a probar cosas, a estudiar canto y se me abrió un mundo nuevo. Y, por otro lado, algo que hice toda la vida que es improvisar, que para mí es un motor de creación que siempre me detalló el músico.
Y acotó: "Pensé en el valor que tiene el relato de una persona de algo que lo atravesó en la vida, me parece que es muy valioso y eso a mí me resulta muy motivador. Entonces dije: ´¿Por qué no abrir un espacio donde la gente me comparta lo que quiera y yo improvisar, que es algo que me encanta hacer?´".
La rica historia artística de Leo Sujatovich tiene su punto más visible en 1983 cuando Luis Alberto Spinetta lo unge como su socio musical en la etapa de Spinetta Jade que dio vida al disco "Bajo Belgrano". Allí se destacó como autor de la instrumental "Ping Pong" y coautor de "Vida siempre"; "Era de uranio"; "Viaje y epílogo" y, fundamentalmente, de la radial "Mapa de tu amor", en donde innovó a nivel sonoro con el teclado que marca la introducción.
Además de su paso por otras formaciones de la escena local, como el caso de Tantor, por citar un ejemplo; o las bandas de Nito Mestre o Celeste Carballo, entre tantas; Sujatovich dejó su huella en un puñado de discos solistas, que eclécticamente pendulan entre el tango y la banda sonora para películas. "Pizza, birra y faso", "La antena", "La furia" o "Carmel: mató a María Martha?", son apenas algunas de tantas.
Muchas de esas creaciones surgieron en la cotidianeidad que supone para este artista el hecho de sentarse en el piano y comenzar a "jugar" en el teclado con melodías o ritmos sugeridos por el mofuncionó", mento, reveló el músico en una entrevista con esta agencia, al trazar un puente entre estas producciones y su nueva aventura de improvisar en público los relatos que le compartan.
"Eso tiene un componente muy único para mí que es esa sensación de salto al vacío, porque puedo tocar en mi casa y está todo bien, pero ante el público no sé qué voy a tocar", confesó Leo.
—¿Solés presentarte con algún esquema previo armado, alguna maqueta sobre la que luego vas creando o todo es absolutamente improvisado en el momento?
—No tengo nada pensado antes, si no no me haría mucha gracia porque deja de ser una improvisación en algún sentido. Ahora estoy recibiendo relatos y los clasifico para que no sean reiterativos porque algunos son recurrentes, como el caso de los sueños. Pero no me garpa pensar acá puedo tocar tal ritmo o tal mood, porque prefiero sorprenderme a mí mismo.
—¿Desde dónde partís a la hora de improvisar? ¿Considerás que cada relato en sí ya tiene un ritmo o una atmósfera y partís de eso?
—Yo empiezo a jugar. Eso es la improvisación. Me considero un músico muy ecléctico. Si hay algo que me determina es que es que no soy un pianista de jazz, no soy un pianista de rock, no soy un pianista de clásica. He convivido con todas esas músicas. En el debut de este proyecto, en Uruguay, una mujer me compartió un sueño angustioso y esa angustia a mí me despertó tocar un tango. Fue algo que se me ocurrió en ese momento y me siento un afortunado que me suceda eso. Yo mando la mano en el piano y, en ese instante, pienso que tengo que empezar a partir de algo rítmico o algo más melódico; es confiar en ese instinto.
Sujatovich dejó su huella en discos solistas, que eclécticamente pendulan entre el tango y la banda sonora para películas.