Triglicéridos y colesterol: cómo bajar los niveles para proteger nuestra salud
Los médicos aconsejan mantener los valores recomendados para reducir el riesgo de enfermedades cardíacas.
Las legumbres, además de dar saciedad por más tiempo por su alto contenido de fibras, son altas en proteínas y ayudan a regular el colesterol.
En Argentina, solo uno de cada tres pacientes cardíacos cumple con las metas de control de colesterol establecidas por la Sociedad Argentina de Cardiología. Los datos son más preocupantes aún para los pacientes de muy alto riesgo cardiovascular ya que en ese grupo el nivel de monitoreo disminuye a un 16%.
El colesterol alto -o es una de las enfermedades llamadas silenciosas. No provoca síntomas, dolores ni señales de alarma.
El colesterol es una sustancia grasa que está presente en todos los tejidos del cuerpo humano y es necesario para el normal funcionamiento del organismo.
Sirve como materia prima para las membranas (paredes) de las células y para la síntesis (fabricación) de hormonas como por ejemplo los estrógenos y andrógenos.
Entonces, el colesterol no es un enemigo, pero en exceso genera graves consecuencias para la salud al incrementar la probabilidad de enfermedad cardiovascular.
Existen otras sustancias lipídicas (grasas) en la sangre además del colesterol. Entre ellas están los triglicéridos, cuya elevación también aumenta el riesgo de afecciones cardíacas.
Los cardiólogos de la Clínica Mayo, en EE.UU., describen las diferencias entre estos dos tipos de lípidos que circulan en la sangre: - Los triglicéridos almacenan las calorías no utilizadas y proporcionan energía al cuerpo
- El colesterol se utiliza para construir células y ciertas hormonas
Para llegar a los lugares del organismo donde es necesario, el colesterol es transportado por la sangre unido a proteínas denominadas lipoproteínas. Algunas lipoproteínas se encargan del transporte del colesterol sobrante desde los órganos hacia el hígado donde es reciclado.
Estas lipoproteínas que retiran el colesterol se denominan HDL, éste es conocido popularmente como colesterol bueno.
Otras lipoproteínas transportan el colesterol desde el hígado hacia el resto de los órganos. Éstas se llaman LDL.
Según estadísticas que surgen de la 4° Encuesta Nacional de Factores de Riesgo, el 39,5 % de los adultos mayores de 18 años en Argentina tienen niveles de colesterol LDL por arriba de lo aconsejable.
La Fundación Cardiológica Argentina explica que cuando existe mucho colesterol para transportar hacia los órganos (ya sea porque se genera mucho LDL en el hígado o se ingieren muchos alimentos ricos en grasas) las células de nuestro organismo absorben el que necesitan y el resto queda circulando en la sangre como colesterol LDL, que se deposita en las paredes de las arterias y las daña causando obstrucciones (proceso llamado aterosclerosis). Por este motivo el colesterol LDL debe ser bajo.
Valores saludables
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU. advierten que el estilo de vida, algunas condiciones de salud y los antecedentes familiares pueden aumentar el riesgo de colesterol y triglicéridos altos. Los niveles recomendados son:
- Colesterol total: alrededor de 150 mg/dL
- Colesterol LDL: alrededor de 100 mg/dL. El LDL a veces se llama colesterol “malo”, porque puede acumularse y obstruir las arterias, lo que eventualmente puede provocar enfermedad cardíaca o un derrame cerebral.
- Colesterol HDL: lo ideal es que se mantenga mayor o igual a 40 mg/dL en hombres y 50 mg/dL en mujeres. El HDL a veces se llama colesterol “bueno”, porque puede ayudar a limpiar las arterias de la acumulación de colesterol.
- Triglicéridos: se recomienda un nivel inferior a 150 mg/dL.
“La mejor y más efectiva forma de controlar el colesterol es a través de un tratamiento trípode: alimentación, ejercicio, y en algunos casos, medicación”, sugieren los profesionales de la Fundación Cardiológica Argentina.