La guerra en Ucrania, alejada de los reflectores y sin perspectiva de menguar
Mientras la escalada violenta entre Israel y Hamás ha tomado protagonismo en el ojo público internacional, el conflicto entre Rusia y Ucrania continúa con intensidad.
La guerra en Ucrania no cesa. Los bombardeos rusos en ciudades como Avdivka, Márinka, Donetsk y Kupiansk siguen intensificándose, después de que la ofensiva de Moscú enfocara sus esfuerzos el este y noreste del territorio, con el objetivo de arrebatarle a Kiev el control del mayor número de localidades posibles.
Los efectivos del Kremlin en territorio ucraniano ya superarían los 400.000, según información de la agencia de inteligencia militar ucraniana.
Aunque la atención mediática ha tornado su mirada hacia Medio Oriente, el conflicto en Ucrania no muestra signos de apaciguamiento y los enfrentamientos tanto en la arena militar como en la diplomática entre ambos bandos continúan.
En los últimos días, Occidente ha buscado reiterar sus muestras de apoyo a Kiev, incluido un multimillonario paquete de asistencia militar de gobiernos como Estados Unidos, Alemania y Dinamarca.
Duras batallas
La ciudad oriental de Avdivka se ha convertido en uno de los nuevos frentes de batalla en donde se registran hostilidades con mayor intensidad en las últimas semanas. Aunque el Gobierno ucraniano afirma que las tropas rusas han estado bombardeando en cifras récord el asentamiento, también resalta que las bajas del Ejército ruso en la última semana podrían ascender a más de 6.500.
Por el lado ucraniano, el Ejército de Kiev se ha beneficiado del envío estadounidense del Sistema de Misiles Tácticos del Ejército (ATACMS), una serie de programas y dispositivos que funcionan para guiar misiles con suma precisión en el campo de batalla.
Con ello, Ucrania afirma haber asestado uno de los mayores golpes en las defensas aéreas rusas desde el inicio de la guerra, logrando derribar nueve helicópteros, reservas de munición y un sistema antiaéreo ruso dentro de localidades ucranianas controladas por Moscú.
El presidente ruso desechó la idea de que la nueva tecnología estadounidense adquirida por Ucrania vaya a cambiar "el rumbo de la guerra", confirmando que Moscú tiene el arsenal militar suficiente para hacer frente al nuevo armamento de Kiev.
“Para Ucrania, en este sentido, no hay nada bueno... solo prolonga la agonía”, afirmó Putin días atrás.
Mar Negro
En una aparición virtual dentro de un foro empresarial germano-ucraniano, el presidente de Ucrania, Volodímir
La guerra en Ucrania ha trasladado su foco a la ciudad de Avdivka, donde Rusia se reagrupa para preparar un tercer asalto con el que aspira a avanzar en este frente y tomar una línea ferroviaria en Stepove y la escombrera Terrikon. Día y noche, los soldados ucranianos en el frente oriental se enfrentan a bombardeos enemigos mientras intentan repeler las conquistas en tres flancos.
En paralelo, en dirección nororiental, las tropas de Zelensky hacen frente a los ataques en Kupyansk -en Kharkiv- y mantienen la contraofensiva en Zaporizhzhia, con miras a ampliar su presencia en la ocupada Kherson.
Sin embargo, las actuales acciones rusas le están costando a sus brigadas importantes pérdidas que, inclusive, podrían amenazar sus ofensivas en el invierno.
Si bien el Ejército ruso “puede estar reagrupándose para nuevos grandes asaltos mecanizados”, el Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW) señaló que gran parte de sus esfuerzos se centran, también, en minimizar las bajas en el campo de batalla y enviar fuerzas adicionales lo más rápido posible para poder sostener su esfuerzo ofensivo.
En el último tiempo, Rusia perdió 6.500 soldados y 400 vehículos blindados, según estimaciones internacionales.
Zelenski, alegó que la presión de sus tropas sobre Moscú estaba rindiendo frutos, presumiendo que la flota rusa estaría alejándose poco a poco de las costas de la península de Crimea.
“Esto es un logro histórico”, mencionó Zelenski, aunque no aportó pruebas fehacientes que sustentaran sus planteamientos.
Por otro lado, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, desestimó tanto los avances ucranianos en la guerra como las asistencias que recibe Kiev desde el extranjero, menospreciando el potencial armamentístico del bloque occidental.
“El potencial del Occidente colectivo para producir munición es limitado y se necesita no poco tiempo para movilizar los recursos con el fin de aumentar ese potencial”, mencionó Peskov.
Respaldo
El mandatario ucraniano no saca el dedo del renglón sobre la necesidad de que sus aliados continúen con el suministro constante de material bélico para sus filas, ya que de un posible triunfo depende “la seguridad a largo plazo” de Europa. Mientras que los líderes del viejo continente parecen responder el llamado de Zelenski y siguen firmes con sus intenciones de abastecimiento continuo.
Uno de los líderes regionales con más peso en la Unión Europea, el canciller alemán Olaf Scholz, fue directo en resaltar que el apoyo de Berlín a Kiev seguirá en pie, a pesar de su promesa de ayudar también a Israel en su ofensiva en contra de Hamás.
“Estamos apoyando económicamente a Ucrania, con financiación, con ayuda humanitaria y también con armas. Este apoyo no se verá afectado en modo alguno”, remarcó Scholz durante un foro empresarial entre Alemania y Ucrania.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, se mostró comprometida, una vez más, con la asistencia europea a Kiev. Además, subrayó que se encuentra “muy confiada” en que su aliado más poderoso, Estados Unidos, también continuará con los paquetes de asistencia militar para Ucrania.