Patagones: aporte de la Provincia para recuperar el catamarán
quedar tranquila, porque hasta aquí se trabajó a conciencia y se hizo una buena tarea”, dijo.
El legislador aclaró que la falta de la hélice no representa un problema, aunque aclaró que también deberá llevarse a cabo una inspección final del casco, que correrá por parte de personal especializado perteneciente a la Prefectura Naval Argentina.
“Por supuesto, también debemos entender que hay otras prioridades en el país. Por esto, iremos paso a paso de acuerdo a la situación”, manifestó.
Detalló que una vez que el catamarán esté nuevamente flotando y se amarre en el muelle de Prefectura, en Carmen de Patagones, se trabajará en la parte estética de la nave.
Nacido en La Boca
La fabricación del catamarán Currú Leuvú II, especial para el río Negro, se realizó allá por el año 1975 en Buenos Aires, en el barrio porteño de La Boca.
El "nacimiento", en aquel entonces, fue de mellizos; incluso, hasta hace un tiempo (y tal vez aun ocurra), el "hermano" de la embarcación patagónica vivía, en excelentes condiciones de conservación, en el Delta del Tigre.
Antes de arribar a la zona de la Comarca Carmen de Patagones y Viedma, el Currú Leuvú II llegó, arriba de un buque de grandes dimensiones, a Bahía Blanca.
Allí fue trasbordado a una nave menor, llamada Cándido Della Sala, que lo condujo hasta llegar a 10 kilómetros de distancia de la costa maragata, mar adentro.
En ese lugar permaneció dos días, a la espera de mejores condiciones climáticas –en ese momento había un temporal- para ingresar al río. Cuando la tempestad calmó, por intermedio del marino Bruce "El inglés" Trousdell, de Bahía San Blas, Fernando Campisi (padre), Fourmantin y Hugo Campisi lo llevaron hasta Viedma.
La llegada del catamarán al muelle de la capital rionegrina se llevó a cabo ante la presencia de unas 15 mil personas, que se congregaron ese 25 de septiembre de 1975 para darle la bienvenida.