Los riesgos para la salud
Durante las últimas tres décadas, los investigadores han observado una tendencia preocupante: el cambio climático está provocando la aparición de temperaturas extremas, no sólo por encima sino también por debajo de los niveles considerados ideales para la salud. producido por la contaminación por emisiones de carbono de la actividad humana desde la era industrial.
Unos océanos más cálidos amenazan la vida marina e implican más humedad en la atmósfera, lo que provoca condiciones meteorológicas más inestables como vientos violentos o lluvias torrenciales.
“Cuanto más se caliente la atmósfera global, más numerosos, graves e intensos serán los fenómenos extremos”, señaló la científica, citando la amenaza de “olas de calor, sequías, inundaciones e incendios forestales”.
Entre los ejemplos recientes figuran las penurias de agua en Vietnam, la región española de Cataluña o África Subsahariana.
Bogotá, la capital colombiana, racionará el suministro de agua, mientras que en México, la escasez se centra en la campaña presidencial. Rusia, Brasil o Francia sufrieron en cambio grandes inundaciones.
Según Copernicus, el fenómeno de El Niño, que calienta la superficie del mar en el océano Pacífico y provoca un clima más cálido en todo el mundo, siguió debilitándose en marzo.
Pero su “efecto de calentamiento” no explica por sí solo los drásticos picos registrados el año pasado, indicó Burgess. Además, las previsiones para los próximos meses siguen augurando temperaturas superiores a la media, añadió.
Los estudios científicos aún no han establecido la influencia del cambio climático en cada acontecimiento.
Pero sí se ha establecido que el calentamiento global, al acentuar la pérdida de humedad de la superficie, incrementa la intensidad de ciertos episodios de precipitaciones.
¿Estos récords superan las previsiones? La pregunta es objeto de debate entre los climatólogos tras un año 2023 extraordinario, el año más cálido jamás registrado.
Este calor extra “podemos explicarlo en gran medida, pero no del todo”, resumió Burgess. “2023 está dentro del rango previsto por los modelos climáticos, pero realmente en el límite exterior”, lejos de la media, explicó con preocupación.