EL HOMBRE DE LAS DOS CARTAS
DOS ESQUELAS QUE ESCRIBIERON PARTE DE LA HISTORIA.
Además de la obra literaria, su carrera periodística y sus investigaciones, Rodolfo Walsh se mantiene vigente también con dos piezas: Carta a mis amigos y la Carta de un escritor a la Junta Militar.
En la primera contaba, con dolor y también frialdad, cómo había sido la muerte de su hija Vicki, de 26 años, en un enfrentamiento con los militares. Cercada por un operativo de más de 150 hombres, ella y un compañero estaban en una terraza, y el hombre dijo: “Ustedes no nos matan, nosotros elegimos morir”, y se dispararon frente a todos.
En la segunda, dijo lo que nadie decía, cuando muchos ni lo creían. Años debieron pasar para que se sepa algo, y hoy, cuatro décadas después, aún se buscan hijos, nietos, cadáveres, huesos.
En la carta a la Junta se refirió sin tapujos a la censura de prensa, a la persecución a intelectuales, al asesinato de amigos y a la pérdida de su hija. Se trató de un balance del primer aniversario de la Junta Militar: “Lo que ustedes llaman aciertos son errores, los que reconocen como errores son crímenes y lo que omiten son calamidades”. También habló entonces de “15 mil desaparecidos, 10 mil presos, cuatro mil muertos, decenas de miles de desterrados, la cifra desnuda de ese terror”.
Los desaparecidos, la tortura, la caída en el consumo, las medicinas que desaparecieron en las capas populares, la mortalidad infantil, la inflación, el FMI, la deuda, las exportaciones, la propaganda.
Es un texto sorprendente, preciso, de lectura obligatoria.