Odiarás a tu prójimo
El odio, parte esencial de la condición humana. El odio, motor de la historia, principio de toda relación honesta, fuerza que guía la conducta. En Oda al odio, Ariel Magnus (foto) sostiene que nuestro caudal de cualidades repulsivas es “prácticamente inagotable” y compila más de 400 páginas en las que profetas, reyes, escritores y filósofos dan testimonio de un profundo desprecio por la humanidad.
La antología recorre la historia del pensamiento occidental. A partir de cierto criterio cronológico se recuperan pasajes bíblicos, poemas anónimos del antiguo Egipto y autores grecolatinos donde se describen la mezquindad, el egoísmo, la miseria que atraviesa el aborrecible comportamiento de las personas.
Para el poeta portugués Fernando Pessoa, por ejemplo, la civilización provoca náuseas, “… un desdén lleno de tedio por ellos, que desconocen que la única realidad para cada uno es su propia alma, y el resto –el mundo exterior y los otros– una pesadilla antiestética, como un resultado en los sueños de una indigestión de espíritu”. Fiódor Dostoievski, por su parte, piensa en el hombre y se encuentra con un ser mezquino, incapaz de tener un mínimo sentido de agradecimiento o de piedad.
El carácter aborrecible del hombre atraviesa fronteras, épocas, idiomas. Desde Séneca hasta Juan José Saer, pasando por Shakespeare o Fray Luis de León, todos parecen guiarse por los mismos interrogantes: ¿es posible querer a alguien de la propia especie? ¿Cómo confiar en los demás?
Con cinismo y humor, Magnus equipara la misantropía con la sensatez e introduce cada fragmento con un comentario sobre el autor, al tiempo que propone una breve interpretación del contenido. Misántropos, ermitaños, racistas, resentidos y misóginos coinciden en su desprecio visceral por el prójimo, algo que resolverán huyendo de la sociedad, cuando no invitando a la destrucción de la especie o, en su defecto, al suicidio.