“Entendemos que los chicos son de todas”
Mabel Casas, maestra de 3º y 4º grado en el área de Lengua y Ciencias Sociales en la Escuela Teniente Benjamín Matienzo.
La escuela tiene una política de inclusión, no sólo porque es estatal, sino porque las circunstancias han hecho que fuéramos construyéndola, muchas veces sin respaldo. La inclusión no es sólo de casos especiales, sino de todos, incluidos nosotros mismos, porque somos diversos. Esta práctica se da de manera muy natural. Si como adultos rompemos prejuicios, los chicos nos acompañan y nos enseñan.
Hay problemas familiares que en la escuela detonan: que el alumno no tenga ganas de estar en el aula, que no se adapte a una tarea grupal, que no pueda estar en la fila. Eso lo charlamos con los chicos. “Corregir” significa entender por qué está ocurriendo eso. Vamos entendiendo por qué se hacen determinadas cosas y por ahí modificamos nuestras posturas. Con los papás a veces hay conflictos porque se defienden las posturas desde cada lugar: el padre por un lado, la escuela por el otro. Apelar al diálogo ayuda. Es interesante la evaluación final cuando tuvimos la oportunidad de poner sobre la mesa lo que nos pasa, cuando el centro es el niño y no nosotros.
No creo ser modelo de nada y, al mismo tiempo, hay un mandato muy fuerte, social y del sistema. Mi honestidad con los niños pasa por mostrarme tal cual soy, y cuando me equivoco o meto la pata, pido disculpas. Ese es un buen modelo, y no desde el deber ser. Sin duda los chicos me están mirando, ven cómo me visto y hablo, qué cosas me importan. Tengo cuidado, y, al mismo tiempo, quiero ser lo más transparente posible.
Las series me resultaron muy movilizadoras. Sobre todo la danesa, por ser escuela primaria. Aunque tiene una estructura diferente a la nuestra, encontré coincidencias. Rita y Merlí se muestran auténticos y del lado de los chicos, cosa que modifica la mirada de sí mismos. Uno como adulto se olvida de que transitó por los 8, los 10, los 12 años. Los dos están muy atentos a lo que les pasa a sus alumnos. La autoridad no pasa por lo que saben. Interpretan a los chicos, no sin crisis, revisan sus roles. Me dan elementos, letra y me ratifican en algunas prácticas.
En la escuela donde trabajo entendemos que los chicos son de todas. Como equipo pequeño, vamos a tener en algún momento, en nuestras aulas, a los niños que empiezan primer grado.