Porqué leer el libro de los Decadentes
“Titanes en el hit” se titula con toda justicia la biografía de la gran banda fiestera argentina escrita por Fernando Sánchez.
El periodista Fernando Sánchez asumió la responsabilidad de contar cómo se produjo uno de los máximos milagros de la música argentina. El editor de la satírica Barcelona se cargó la narración del nacimiento y desarrollo perpetuo de Los Auténticos Decadentes, una factoría de hits que se convirtió en el revestimiento emocional de nuestras vidas, tras avasallar gustos específicos y cualquier desdén por géneros parias.
Lo hace en Titanes en el hit, una biografía oral que sirve como anabólico para la celebración del 30° aniversario de este proyecto que encarna como pocos el adjetivo “popular”.
Si bien fue testigo de la erupción anarco-bolichero-tropical de “Los Deca”, tanto por cercanía con el percusionista Gastón Bernardou como por ser un fan incondicional, Sánchez elige reconstruir ese
big bang fiestero mediante el testimonio de todos los involucrados, quienes al momento de la fundación no sabían tocar ni se imaginaban un futuro como músicos profesionales. Eso, sin tener en cuenta las fobias de los
frontmen (Cucho y “Perro Viejo” Serrano) para enfrentar hasta al público más escuálido en cuanto a magnitud.
Encuentros de almas disfuncionales en colegios de amplitud modulada; afinidad en el despar- pajo; las gambas de familias de clase media aún no tan pauperizadas; algunos viajes reveladores; el cooperativismo como forma de consolidar una Pyme creativa y delirante; la conquista de México; la trastienda de cada hit. Todo está pivoteado por un Sánchez que les da similar importancia a personajes satelitales que ayudan a explicar por qué Los Auténticos Decadentes tienen fundamentos
punk y discotequeros sin entrar en contradicción.
Precisamente, esta biografía engrosa la mística transversal de un grupo que buscó (y busca) estar firme junto al pueblo sin cultivar el sarcasmo, la ironía ni el cinismo. Que construyó una alternativa en un contexto rockero cada vez más intolerante.
Es más, Los Decadentes crearon una vanguardia estética, a juzgar por el testimonio del artista plástico Marcelo Pombo, amigo de Serrano. “En los ’90, me interesaba crear un objetito de mierda para vender. No quería algo provocador, sino que fuera lindo, que les gustara a las tías del mundo. No quería provocar a la gente que no sabía de arte, sino, justamente, al establishment del arte. Lo mismo que pasó con Los Auténticos Decadentes pasó con el
establishment del rock”, resumió Pombo, y destacó que, junto con Jorge, ya habían surfeado las vanguardias como consumidores adolescentes. Como productores de discursos debían ir más allá. Y “Los Deca” fueron demasiado lejos.