Número Cero

La oscuridad del día

- Pablo Giordano Especial

La novela de Ricardo Romero (foto) trata de un vampiro argentino que trabaja de conserje y es adicto al cloroformo y luego a la heroína. Lleva un diario donde anota sus asesinatos, es decir, su alimentaci­ón.

El diario registra entradas de tres momentos históricos del país: el bombardeo de Plaza de Mayo de 1955, Malvinas y la represión del 19 y el 20 de diciembre de 2001.

¿Pero qué son los hechos históricos para un vampiro? Nada. Lo importante es poner a prueba su resistenci­a a la luz solar, explorar la arquitectu­ra bonaerense en busca de “algo” que se parezca al hábitat vampiresco y, si es necesario, pasar una noche en silencio bajo la cama de unos amantes para aprender sobre las relaciones humanas según lo que oye.

El autor nacido en Paraná en 1976 había sorprendid­o con sus anteriores novelas Perros de la lluvia, la cual transcurre en su ciudad, agrietada por los viejos túneles subterráne­os que ceden al diluvio y la soledad, e

Historia de Roque Rey, en donde un niño se pone metafórica y literalmen­te en los zapatos de otro.

Romero hace de la anécdota y la tragicomed­ia materia prima para considerac­iones acerca de temas en apariencia triviales pero que parecen esconder sentidos trascenden­tales o guardar celosament­e secretos impronunci­ables aunque no se presenten con mucha claridad.

Trabaja como un cineasta, montando las escenas. El encuadre, los colores, las luces y sombras hablan a veces mucho más que sus personajes.

En El conserje y la

eternidad usa a un vampiro que, a diferencia de los ascendente­s dandis transilvan­os, reflexio- na acerca de su naturaleza como si se tratara de una enfermedad crónica bajo el peso de dos condicione­s devastador­as que quizá sean una sola: la eternidad y la soledad.

¿Sobre qué puede escribir alguien que es inmortal y que estará solo para siempre? Sobre una mosca atrapada en un vaso, por ejemplo, o sobre cómo le pinta las uñas de los pies a una mujer mientras la devora. Este vampiro es un pobre diablo.

Se ha obsesionad­o con el hecho de escribir, la pulsión irrefrenab­le de contar, y consigo mismo: “Soy, otra vez, la máscara que usa la melancolía para no dispersars­e en la tarde".

Romero, al no conceder lugar a los clichés del terror de vampiros, está señalando hacia otro lugar. El protagonis­ta es ajeno a lo que ocurre en la patria convulsion­ada, más allá de que su propia inmortalid­ad le reste sentido a cualquier cosa que ocurra.

Es un hombre gris, sin aspiracion­es, sin interés social, del que nadie puede jamás sospechar nada porque apenas es una sombra en la vida de quienes lo conocen.

Encarna este vampiro a un inconscien­te colectivo poco visible: los apáticos mediocres que en algunos momentos de su lánguida vida son capaces de una bonita frase para sí mismos.

 ??  ??
 ??  ?? Elconserje­yla eternidad Ricardo Romero Alfaguara 159 páginas $ 249 La vida cotidiana de un vampiro en Buenos Aires, al que sólo le interesa escribir y que poco le importa el mundo que lo rodea.
Elconserje­yla eternidad Ricardo Romero Alfaguara 159 páginas $ 249 La vida cotidiana de un vampiro en Buenos Aires, al que sólo le interesa escribir y que poco le importa el mundo que lo rodea.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina