EN EL NOMBRE DEL PADRE Y DEL HIJO
CARLI JIMÉNEZ Y LA MONA, INFLUENCIAS CRUZADAS
Un dato interesante para tener en cuenta tiene que ver con la familia real del cuarteto cordobés. La Mona Jiménez y su hijo Carli protagonizan una curiosa brecha generacional que, en este momento, los tiene de un lado y del otro, representando la “vieja guardia” y el recambio generacional. Sin embargo, todo indicaría que la transgresión forma parte del gen Jiménez.
Manuel Manso, diseñador que trabajó realizando afiches para Sociedad Belgrano y Margarita desde el estudio Disartmedia, marca la influencia del hijo sobre el padre. “La Mona venía con su hijo al estudio y veíamos que en los afiches del Carli se podían hacer cosas más locas; de hecho, lo proponían. Yo suponía que la Mona se nutría de una subcultura un poco más fresca, un poco más moderna, entonces de a poquito le empezamos a hacer cosas más jugadas. Cuando logré meter un patrón más ochentoso, con palmeras y colores, ahí los tipos se dieron cuenta de que estaba bien hacer algo diferente”, asegura.
“En su momento, nadie se hacía fotos para usar en los afiches. Lo único que les importaba era que se leyera bien nomás. Sabían que la gente iba a ir igual con cualquier diseño”, agrega Manso en relación con la cocina productiva de los avisos callejeros. “La Mona fue el primero que nos mandó una sesión especial para que trabajemos los diseños, unas fotos muy locas. Eso fue algo nuevo en su momento, allá por 2010 o por 2011”, amplía el diseñador responsable de muchos de los afiches que circulan en la escena rockera local.
“Carli Jiménez es el más distinto de todos. Te diría que hasta tiene su propio estilo realmente”, aporta a su turno Romina Alterman. “Es bastante más hipster, con los cortes de pelo y los tatuajes. Viaja mucho, tiene onda. Me acuerdo el día en el que vi un afiche de él, con su cara ilustrada. Parecía un evento mucho más under, me llamó la atención. Quizás quiere ir por otro camino, imaginate que es su propia búsqueda. El padre ya lo hizo, ya es la Mona”, completa.
En su momento, Jiménez padre sorprendió a propios y extraños patentando un estilo único en forma de trajes brillantes y una particular idea de elegancia con aires a música disco y glam.
Hoy, con sus tatuajes, sus cortes de pelo y su ropa, la posta la tiene Carli, quien sigue a la sombra de su legendario progenitor pero de a poco crece como figura con nombre propio. Quizás no atienda carnicerías ni maneje taxis en días especiales, pero Jiménez hijo tiene de su lado una de las armas más importantes en la comunicación actual: el poder y el alcance de las redes sociales.