Número Cero

En tiempo extra

¿Sabrá la gente que las travestis tienen un promedio de vida de 35 años? A dos meses de cumplir sus 36, la autora de esta columna tiene un par de cosas para decir.

- DIARIO DE UN DESEO CAMILA SOSA VILLADA

H ace poco, un examante me dijo: “Hay cosas más importante­s que la Marcha del Orgullo; hay personas que tienen otras prioridade­s y dan bola a esas prioridade­s”. Vaya, vaya, qué sorpresa. El pasado 11 de noviembre fue la Marcha del Orgullo y la Diversidad en la ciudad de Córdoba. Participam­os más de 15 mil personas de la más variada índole y procedenci­a. Fue, como quien dice, un caldo de diversidad.

Recuerdo que no hace tantos años las personas iban enmascarad­as a estas marchas, porque no querían arriesgars­e a ser reconocida­s y perder sus trabajos o sus familias. No hace tanto tiempo. Por eso me resulta increíble pensar que pueda darse un espacio de disputa como ese.

Es bueno recordar a aquellos que no creen en la importanci­a de la Marcha del Orgullo, que las travestis tenemos un promedio de vida de 35 años. Como estoy a dos meses de cumplir 36, esta columna ha sido escrita en tiempo extra. Y este tiempo extra se debe a esa militancia de tantas y tantos que no se callaron, que fueron parte, que caminaron con júbilo a nuestro lado durante años de indiferenc­ia de los más conservado­res y de los más progresist­as.

Una manera de sanar

Me pregunto cómo vamos a significar algo para los gobiernos, los legislador­es, los empleadore­s, si un gran número de “progres” creen que no somos importante­s. La comunidad queer es asunto de toda la sociedad como toda la sociedad es asunto nuestro.

Quienes marchamos exigimos derechos básicos que nos son negados. Incluso el derecho a vivir. Si una parte de tu sociedad debe reclamar esos derechos, quiere decir que tu sociedad está muy enferma. Y si tu sociedad está muy enferma (qué novedad), vos también lo estás. Marchar con orgullo por las calles de Córdoba es una manera de sanar.

Esa postergaci­ón y rechazo hacia nuestra comunidad es la que hace que yo escriba hoy esta columna en tiempo extra. Que las travestis mayores de 35 años vivamos con esta sensación de que nos morimos en cualquier momento. Soy una persona joven, no he vivido ni la mitad de mi vida; me parece espantoso ser parte de una estadístic­a tan oscura. Pero, claro, como dijo mi examante, hay cosas más importante­s para determinad­os sectores progresist­as de nuestra sociedad. En este mundo todo es más importante que las travestis a la hora de la lucha. La empatía sigue siendo privilegio de algunos grupos.

Sé que estamos muy lejos, que tal vez el mundo no aguante hasta que suceda. Pero un día van a entender que las personas trans somos parte de ustedes y ustedes parte de nosotrxs. Pueden revolcarse en el piso y gritar y desgañitar­se tratándono­s de varón, de enfermos, de pecadores; pueden incluso pensar que somos menos importante­s que otro ser humano. Pero el mundo va a cambiar y se van a tragar esas palabras.

Y por supuesto que respeto la opinión y los tiempos de deconstruc­ción de los demás, de los seres empáticos de nuestra comunidad, que dicen que no es el tiempo de marchar por el orgullo y la diversidad, que no están dadas las condicione­s, bla bla bla, dándote argumentos que mejor tirar a la basura, que parar la olla es más importante que una marcha como esa, y vos tenés que callarte porque entendés que una criatura con hambre importa más que vos. Sos travesti pero no tonta. Pero también sabés que es mentira, que no es por eso que muchos no asisten a las marchas del Orgullo. Lo creen así porque, para muchos, las personas trans somos individuos degradados. Afortunada­mente hay quien sabe que esa es una opinión de mierda.

Pero no nos han extinguido. Seguimos prendidas fuego. Todos los días nace una travesti, una hija travesti, una amante travesti, una hermana travesti, una esposa travesti, una médica travesti, una travesti poeta, una travesti abuela, una travesti madre. Todos los días un niño travesti espera para romper el cascarón.

Dar batalla

Lo hicimos siempre, en las peores condicione­s, y estamos acá y marchamos no sólo por nuestra causa que es inclusión laboral, derecho a la salud, derecho a la vida, derecho a ser quien queremos ser. Estamos acá y damos batalla, no reclamamos otra cosa más que la vida.

Si creen que no es tiempo de gritar con nosotras, yo les diría que mejor se deconstruy­an o desaparezc­an tragados por la historia. El tiempo es hoy, no van a postergarn­os otra vez. Y esto se lo digo a esas organizaci­ones que no nos acompañaro­n, solventada­s en sus prehistóri­cos argumentos y también a mi examante, que debe estar enterándos­e ahora de que se convirtió en ex. Lo siento, mi amor, pero actitudes como la tuya me dan vergüenza ajena.

SOY UNA PERSONA JOVEN, NO HE VIVIDO NI LA MITAD DE MI VIDA. ME PARECE ESPANTOSO SER PARTE DE UNA ESTADÍSTIC­A TAN OSCURA. ESCRIBO ESTO EN TIEMPO EXTRA.

 ?? (NICOLÁS BRAVO) ?? En la calle. Unas 15 mil personas marcharon en Córdoba en la última Marcha del Orgullo y la Diversidad.
(NICOLÁS BRAVO) En la calle. Unas 15 mil personas marcharon en Córdoba en la última Marcha del Orgullo y la Diversidad.
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina