Canciones para siempre
J arvis Cocker, el mejor letrista del britpop, advertía: “No leas las letras mientras escuchás la música”. Versos entonados y escritos adoptan distinto ritmo, sentido, resonancia, insinuaba Cocker con ironía dandy, y así cancioneros o poemarios de músicos han sido siempre una excéntrica curiosidad desviada de su origen sonoro. Nobel a Bob Dylan mediante, tales libros pueden ser leídos hoy desde una perspectiva apaciblemente canónica o llanamente convencional, ajena al souvenir para fanáticos: es lo que sucede con Eternas palabras, la antología de textos inéditos de Johnny Cash (1932-2003), leyenda de la música country-rock estadounidense devenida ícono pop en la película Johnny & June: Pasión y locura (2005).
Recopilados por su hijo John Carter Cash, los 41 poemas-canciones de Eternas palabras atraviesan distintas décadas, tópicos, ánimos y obsesiones del “hombre de negro”, desde las adicciones a la afición bíblica, del fatalismo cowboy al humor burlón y picaresco.
“No podría decirse que ninguna de estas cosas –oscuridad, amor, tristeza, música, alegría, adicción– lo definieran completamente. Era todas estas cosas y ninguna”, asume Carter Cash en el prólogo, anticipando el carácter tan mitologizante como desmitificador de Eternas
palabras: y es que la voz rotunda, grave y atemporal de Cash –la tímbrica y la manuscrita– emerge del choque chispeante entre tradición y modernidad, balada irlandesa y rock ’n’ roll, púlpito de predicador y frecuencia radial. Entre la invocación colectiva de Dylan y la soledad
on the road de Sam Shepard, Eternas palabras hace del arcón de papeles póstumos –algunos reproducidos fotográficamente con su atendible gesto de puño y letra– un calidoscopio representativo del imaginario de su autor, que encontró la permanencia en el arte (cantado o silencioso) de la palabra. Dice en “Para siempre”: “Me dices que moriré/ Como las flores que tanto amé/ Nada de mi nombre quedará/ Nada de mi fama se recordará/ Pero los árboles que he plantado/ Aún son jóvenes/ Las canciones que canto/ Aún seguirán cantándose”.