“Cafecito”. Para pasar la gorra “online”
APLICACIONES. El sitio permite hacer aportes a creadores de contenidos, ONG o profesionales de diversos rubros. Creció en pandemia y ya tiene 150 mil cuentas.
La idea de pasar la gorra, como es habitual hacer en espectáculos callejeros que no cobran entrada (pero sí la salida, diría algún gracioso), solicitando una colaboración voluntaria, adquirió su forma virtual con Cafecito.app.
Se trata de una plataforma de crowfounding que permite a creadores y emprendedores de los más diversos ámbitos crear un perfil, contar sus proyectos y lanzar un pedido de ayuda al océano digital.
Creada hace un año por Damián Catanzaro, a partir de su propia necesidad de financiarse iniciativas personales, la start up viene ganando volumen a toda máquina y se ha convertido en una herramienta muy utilizada durante la pandemia.
El joven diseñador web y emprendedor porteño se inspiró en plataformas de micromecenazgo y experiencias colaborativas similares del exterior como Patreon, Buy Me a Coffee o Ko-fi.
Creado el 29 de mayo de 2020, Cafecito tuvo un crecimiento enorme a partir de enero de 2021. Las cuentas, literalmente, explotaron ese mes, relató Catanzaro en un video que difundió por Instagram la semana pasada, para celebrar el primer aniversario de la plataforma.
Allí dio también algunas pistas sobre el objetivo de lanzar la aplicación en otros países de Latinoamérica y sobre la próxima inclusión de
PayPal, que permitirá aceptar pagos desde el exterior.
Los números hablan por sí solos: actualmente Cafecito tiene 150 mil cuentas creadas, y el sitio recibe un millón de visitas por mes.
Los pasos para comenzar a usar la plataforma de financiamiento colectivo son muy sencillos y se detallan en el sitio (cafecito.app). Para activar Cafecito es necesario crear una cuenta, iniciando sesión con Google o Twitter, y enlazarla con MercadoPago.
Cafecito está abierto a cualquier tipo de usuarios, desde creadores de contenido, streamers o ONG hasta proyectos colectivos o personas que necesiten solicitar aportes en cualquier rubro. Hay muchísimas categorías para inscribirse: artes visuales, artesanías, cine y video, cómics, ciencia y tecnología, diseño, educación, podcast, literatura, periodismo, teatro, fotografía, educación.
Desde Córdoba se han ido sumando desde escritores y colectivos literarios hasta artistas, galerías y espacios culturales.
Quienes tomen la decisión de colaborar pueden realizar transacciones que consisten en micropagos de muy bajo monto. Invitar a un emprendedor con un “cafecito” virtual ronda entre los 50 pesos (el valor mínimo) y los 100 pesos, aunque algunos trepan un poco más. La plataforma ofrece la posibilidad de pagar más de un “cafecito”.
El sitio percibe una comisión del 5 por ciento de cada transacción.
En muchos casos, los creadores de una cuenta en Cafecito ofrecen algún servicio o contraprestación a cambio de la colaboración, de modo de generar un ida y vuelta y tentar a los aportantes con algo tangible más allá de la satisfacción filantrópica.
Hay artistas que ofertan pintar retratos, por ejemplo, y escritores que se comprometen a enviar versiones digitales de sus libros o algún contenido exclusivo. Otras “recompensas” pueden ser ilustraciones temáticas a pedido, la realización de caricaturas o fondos de pantallas para teléfonos.
La pandemia puso en jaque la economía de una gran cantidad de creadores y creadoras que empezaron a volcarse a las redes y hoy intentan sobrevivir ofreciendo contenidos o trabajos en el ecosistema digital. Cafecito puede ser una herramienta muy útil en este contexto.