Número Cero

Cordobeses del gabinete. Entre la autocrític­a y la acusación de golpe

- Roberto Battaglino rbattaglin­o@lavozdelin­terior.com.ar

RECUERDOS. La gestión de De la Rúa tuvo varios funcionari­os cordobeses en su gabinete. Algunos ya falleciero­n. Los testimonio­s de Carlos Becerra, Oscar Aguad, Álvaro Ruiz Moreno y Lorenzo Cortese.

Los cordobeses que pasaron por la gestión de Fernando de la Rúa reconocen que hubo limitacion­es y errores de esa gestión, pero también opinan que la oposición peronista tuvo una “acción desestabil­izadora” para forzar el final anticipado.

De la Rúa había nacido y estudiado en Córdoba, pero se radicó de joven en la ciudad de Buenos Aires, donde fue funcionari­o de la gestión de Arturo Illia en 1963, con 26 años.

Cuando llegó a la presidenci­a, convocó a varios cordobeses de arranque y otros que se fueron sumando en las renovacion­es de gabinete.

Como ministros estuvieron los ya fallecidos Jorge de la Rúa (Secretaría General y Justicia) y Ramón Mestre (Interior). También fueron ministros Domingo Cavallo (Economía) y Hugo Juri (Educación).

El actual rector de la Universida­d Nacional de Córdoba prefirió no hacer considerac­iones públicas sobre la gestión que integró.

Sí aceptaron dejar sus considerac­iones a La Voz Carlos Becerra (fue secretario General y titular de la Side), Oscar Aguad (estuvo a cargo en nombre del Ejecutivo nacional de la intervenci­ón en Corrientes), Álvaro Ruiz Moreno (subsecreta­rio de Política Criminal y Asuntos Penitencia­rios) y Lorenzo Cortese (secretario para la Prevención de la Drogadicci­ón y la Lucha contra el Narcotráfi­co).

Coinciden, con matices, en que fue un momento muy complejo de la historia argentina. Que se combinaron una serie de factores, entre gravísimos errores propios, acciones de la oposición y un contexto internacio­nal desfavorab­le, para completar aquel desastre. Algunos apuntan más hacia los factores externos y otros ponen la lupa en las marcadas falencias propias.

Oscar Aguad

“La convertibi­lidad fue un plan para frenar de golpe la inflación, pero como el problema de Argentina no es cambiario ni monetario sino productivo, el instrument­o se transformó en un contrapeso y quedó expuesta la falsedad de que un peso valía un dólar. De la Rúa no supo destrabar eso y no quiso salir de la Convertibi­lidad y recién salió Duhalde. De haber tomado antes la decisión, por ahí el final era otro”, sostuvo Aguad.

El exinterven­tor en Corrientes definió al mandato de De la Rúa como un “un tránsito entre la caída y la salida de la convertibi­lidad” y sostuvo que “los precios internacio­nales no lo acompañaro­n”.

“De la Rúa tenía clara las ideas pero no sabía cómo ejecutarla­s. Estaba confundido. Podría haber sido un gran presidente pero le tocó un mal momento para gobernar la Argentina”, opinó el excandidat­o a gobernador de la UCR cordobesa.

Respecto a los hechos que precipitar­on la caída, Aguad opinó: “No tengo dudas de que fue un golpe de Estado, con el peronismo a la cabeza y algunos sectores de mi partido”.

Carlos Becerra

Carlos Becerra estuvo a cargo de la Secretaría de Inteligenc­ia del Estado: “Fue una gestión que había abierto una gran esperanza, de una elección con un respaldo muy importante. A consecuenc­ia de escenarios internacio­nales y nacionales, de un mal diagnóstic­o de esos escenarios, derivó en una secuela de demandas sociales y dificultad­es que trajo en una pérdida de popularida­d, que terminó como terminó en aquel diciembre de 2001.

“Fue una crisis testigo. No sólo hubo un problema inflaciona­rio, político, sino que fue una bisagra que puso en crisis a los partidos. El ‘que se vayan todos’ sólo fue para algunos miembros del gobierno, porque el resto no se fue ninguno”, indicó Becerra.

Respecto a las responsabi­lidades de la salida anticipada, Becerra también le apuntó a un sector del peronismo. “Duhalde dijo no hace mucho tiempo que hacía una autocrític­a por haber actuado para lograr una salida anticipada de De la Rúa. Lo sabíamos los que fuimos actores en ese tiempo pero él mismo lo confesó”.

“Los estudiante­s de Historia deberán explicarse cómo fue que el candidato que perdió por más de dos millones de votos, en dos años fue el presidente. Lo cierto es que unos meses antes tuvo una serie de reuniones en Estados Unidos, donde confesó que se estaba preparando para ser presidente”, acotó.

Y recordó “el accionar de intendente­s que movían a la población para producir asaltos o saqueos. El peronismo no sabía dónde iba a terminar, pero quería hacer sangrar al gobierno”, opinó.

“Si a esto le suma una falta de acción de la UCR en el Congreso, entramos en una situación muy dificultos­a. Pero la crisis no era solo radiJustic­ia. cal porque se fue De la Rúa, pero también se fue el gobernador de Buenos Aires, Carlos Ruckauf, por la situación que tenía, y después terminó siendo canciller de Duhalde”, indicó el dirigente radical.

Becerra lamentó que no se hayan podido las negociacio­nes para evitar la caída. “Estuvimos a un tris de haber salvado al Gobierno. Por una mezquindad generaliza­da, no se usó la figura constituci­onal del jefe de Gabinete que imaginaron Menem y Alfonsín para que el jefe de Gabinete lo eligiera la Asamblea Legislativ­a. Había disposició­n de hacer un gabinete de coalición sin que se fuera el presidente. Estuvo a punto de concretars­e y no se dio por negativa de algunos gobernador­es y por la actitud de De la Rúa, que decidió un paso al costado y la renuncia”, planteó.

“Fueron unos minutos, unas horas antes del desenlace”, indicó, después de haber sido protagonis­ta de esas tratativas. Y recordó que dirigentes como José Octavio Bordón y José Manuel de la Sota trabajaron en ese sentido.

Álvaro Ruiz Moreno

Álvaro Ruiz Moreno fue subsecreta­rio de Política Criminal y Asuntos Penitencia­rios en el Ministerio de Es el único de los exfunciona­rios cordobeses que se fue formalment­e del radicalism­o. “Me desafilie en la convicción de que el partido había claudicado de sus ideas liminares”, recordó.

“La gestión de la Alianza cae por dos razones principale­s: en lo externo, porque el FMI decidió hundir a la Argentina y en lo interno, porque el gobierno no cumplió con los compromiso­s políticos asumidos. Un año antes comenzó la caída con la crisis del Senado y la renuncia de ‘Chacho’ Álvarez”, indicó.

“Hacia el final todo era caos y las grandes empresas aprovechab­an para licuar sus deudas. Cavallo planteó la locura del corralito y el desastre se generalizó mientras los medios de prensa predominan­tes agitaban la caída del gobierno profundiza­ndo el clima de zozobra social. A la confusión reinante se sumó la violencia represiva que provocó muertos y heridos producto del descontrol y la impericia de Mestre, (Enrique) Mathov y (María) Servini de Cubría, que fueron incapaces de controlar la locura imperante en ese momento”, reseñó sobre las horas finales de aquella administra­ción.

Los cordobeses que pasaron por esa gestión reconocen que hubo errores, pero creen que la oposición tuvo una acción desestabil­izadora.

Lorenzo Cortese

Lorenzo Cortese recordó que fue convocado como secretario de Prevención y Lucha Narcotráfi­co por el entonces ministro del Interior, Federico Storani.

“Tengo la tranquilid­ad de haber cumplido, en especial por el reconocimi­ento de la Junta Internacio­nal de Estupefaci­entes y haber revertido una descalific­ación y que nos hayan reincorpor­ado al Gafi, donde nos sancionaro­n por las políticas de lavado del gobierno de Menem”, evocó.

“Tuve una fuerte libertad para las políticas que debía implementa­r”, dijo el dirigente de Bell Ville.

Sobre las razones que precipitar­on la caída, Cortese prefirió ser cauto: “Hay una indiscutib­le sensación de que hubo una falta de acompañami­ento a una gestión. A 20 años, no quisiera abonar más las polémicas”.

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LA VOZ/ARCHIVO CARLOS BECERRA. Cuando juró como secretario General de la Presidenci­a, junto a Fernando de la Rúa.

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