Novela Anatomía familiar
Según León Tolstói, todas las familias infelices lo son a su manera. En la novela La herencia, esa manera queda retratada en ocasión de la disputa por el patrimonio familiar. Rápidamente se evidencia que el valor de lo heredado trasciende su valor material y se tensiona en rivalidades, secretos y cuentas no saldadas.
Bergljot, la protagonista, traza una suerte de genealogía del carácter de sus padres, sus dos hermanas y su hermano, para interpretar su lugar en la familia. Como parte de ese recorrido, intenta comprender y luego romper con el poder paterno y con la complicidad de su madre y hermanos. Su insoportable lugar de víctima silenciada hace que oscile entre ser una mujer adulta perfectamente funcional y una niña impotente. A pesar de su madurez, Bergljot evidencia que los traumas residen y se alimentan en una temporalidad propia.
El desarrollo del conflicto financiero y emocional por unas casas de veraneo incluye intervenciones de los amigos y terapeutas de Bergljot. ¿Hay que perdonar a los padres por su proximidad con la muerte? ¿Cuántas cifras son necesarias para suplir la negligencia parental? ¿Qué hijo tiene más derecho a la fortuna: el que se queda por amor o el que se va por dolor? Hjorth construye minuciosamente un entramado de sentidos que son evidentes sólo para quien se anime a distanciarse y poner a la propia familia bajo el microscopio. Con una engañosa ingenuidad, la autora sostiene una simpleza narrativa y descriptiva que resulta en escenas dramáticas y sofocantes. El resultado es un acercamiento a los conflictos que universalmente pertenecen a las familias disfuncionales y que, trágicamente, no tienen resolución posible.