Un silencio atronador
Detenerse, respirar y acallar el pensamiento. En esos tres gestos residiría el secreto de la paz, el sentido y la felicidad.
Con las grandes religiones monoteístas en crisis, la espiritualidad de bolsillo pareciera estar más vigente que nunca. Alcanza con visitar cualquier librería para ver que cada año se publican cientos de libros sobre el minfulness y otras yerbas, algunas ya descaradas autobiografías de iluminaciones exprés. Por eso es reconfortante encontrar este libro escrito por Thich Nhat Hahn, uno de los monjes budistas más respetados del mundo y nominado para el Premio Nobel de la Paz. Que el diseño de su portada, menos serio que su contenido, no los engañe. Thich Nhat Hahn hace un diagnóstico del mundo contemporáneo (“desear una cosa tras otra para sentirnos bien es la enfermedad colectiva de los seres humanos de nuestra época”), ofrece un manual de instrucciones para combatir la enfermedad (“Buda sabía que, al morir, muchos de sus discípulos se sentirían perdidos. Por eso les enseñó a no depender de nada exterior, a tomar refugio en la isla interior. Cuando eres consciente de tu respiración y gozas de plena conciencia, vuelves a descubrir al maestro que hay en ti señalándote con el dedo la isla interior”) y sazona tanta sabiduría con anécdotas personales de todo tipo, dignas de alguien que tiene 90 años, estudió en Princeton y vivió en el Vietnam de los 60, cuando los monjes se inmolaban en las calles para protestar.