Todo es cuestión de onda
El Nobel de Matemática fue para el tipo que nos permitió tener Netflix, entre otras cosas.
¿Te gusta tirarte en el sofá y disfrutar de tu serie favorita en Netflix? ¿Te sube la bilirrubina cada vez que te sacás una selfie y la hacés girar por las redes? ¿Te tranquiliza mucho vivir en una época en la que cualquier hijo de vecino se puede hacer ecografías y estudios médicos por imagen? Pues le tendrías que mandar un mail de agradecimiento al bueno de Yves Meyer, el científico francés-judío-tunecino cuyas investigaciones allanaron la existencia de cosas inimaginables hace algunos años y que hoy todos damos por sentadas, como el cine digital, las fotos en formato jpeg y muchos de los sistemas de diagnóstico por imágenes.
Meyer acaba de recibir el premio Abe, que lo dan los noruegos y es considerado el Nobel de las Matemáticas (pobres noruegos, es la única categoría que les quedó, las demás las acapararon los suecos) por su teoría de las ondículas, que jugó un rol fundamental en el proceso de transformación de imágenes y sonidos en números. Sus descubrimientos tienen infinidad de aplicaciones, tanto en nuestra vida cotidiana como en el ámbito científico y sin ellos es altamente probable que la revolución tecnológica del siglo XXI no hubiera ocurrido en la forma e intensidad en que en que lo hizo.
La leyenda dice que la lamparita se le prendió a Meyer medio de casualidad
LAS TEORÍAS DE MEYER ALLANARON EL CINE Y LA FOTOGRAFÍA DIGITAL.