¡Adiós, mosquita!
Para quienes cultivan cítricos y durazneros, la mosca de la fruta es un verdadero dolor de cabeza. Aquí, varios consejos superútiles.
Ante lasreiteradas consultas, hoy dedicaré la sección a la mosca de la fruta. Se trata de una pequeña mosca que se sienteatraída por el olor de la fruta madura y el color amarillo. Coloca sus huevos bajo la epidermis de los frutos de cítricos, manzanos, damascosy durazneros; cuando estosnacen, yaen estadío de gusanos, se alimentan de la pulpa de la fruta, transformándoseluego en moscas para reiniciar su ciclo en otrafruta cercana. Paraatraparlas, debemosrealizar las llamadas “Trampas de McPhail”: constrúyalas con botellas de hipocloritoo similares de color amarillo, a las que deberá hacerles en la parte superior6u 8 perforaciones de un diámetro de 4 mm con un clavo caliente. En el interior, coloque media taza de vino picado o vinagre de vino, media taza de agua y unacucharada sopera de azúcar. La mosca se sentiráatraída por el plástico amarillo y el aroma a fruta madura y, al ingresar, se embriagará con losvapores del vino. Al noencontrar la salida, morirá dentro de la botella. Paraque sea eficiente, coloque4o5 trampas por frutal en la época en que el fruto comienza a colorearse. También es importante cosechar la frutaantes del punto de maduración paraevitar queatraiga más moscasyno dejar fruta caída en el piso, yaque las larvasseesconden bajo tierra.
En invierno, cuando seanuncien las heladas, rastrille el suelo debajo del frutal paraexponer las larvas invernantes de mosca a losrigores del frío.