PADRES PARA CAMBIAR PAÑALES
Avanzan proyectos para ampliar las licencias de paternidad, un ajuste acorde a los tiempos que corren y que acercará a la Argentina a los estándares del mundo desarrollado.
Dentro del proyecto de reforma laboral a tratarse próximamente en el Congreso, se incluye la probable reforma del artículo que refiere a las licencias laborales. Este es, quizás, uno de los pocos ítems en los que hay cierto grado de acuerdo entre las partes.
Desde el Cippec (Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento), vienen trabajando activamente en una nueva legislación en la materia. Según el documento elaborado por la organización, el escenario de la legislación actual no responde a la diversidad de conformaciones familiares que existen en la Argen- tina. “Se basa en un esquema de familia nuclear, con dos adultos a cargo, donde uno (el varón) tenía un rol de provisión y el otro (la mujer) se dedicaba a las tareas de cuidado y crianza”, dice el documento. El régimen actual, sostienen, “dificulta la mejor conciliación de las tareas productivas y reproductivas de gran parte de las familias, y obs-
taculiza el acceso y la permanencia de las mujeres en el mercado laboral”. Argentina se encuentra por debajo del estándar mínimo de licencia por maternidad de catorce semanas (98 días) establecido por la OIT (Organización Internacional del Trabajo), ya que es de noventa días. Mientras que la licencia por paternidad es de solo dos días, la más corta de América del Sur.
Al otro lado del péndulo está Suecia, que tiene uno de los sistemas de licencia parental más extensos del mundo, que permite a los padres permanecer en casa con su hijo por un total de 480 días mientras reciben una asignación del estado. Desde el Cippec plantean una reforma gradual para alcanzar, en 2030, una cobertura universal con 98 días de licencia por maternidad, treinta días de licencia por paternidad y sesenta días de licencia familiar. Si el proyecto presentado hace poco por el Jefe de Gobierno Horacio Rodríguez Larreta, que se nutrió también de los borradores del Legislador Roy Cortina (Partido Socialista) y Natalia Fidel (Vamos Juntos), prospera en la Legislatura, la ciudad de Buenos Aires extenderá su licencia a 45 días. La propuesta es que sean 15 días corridos y luego otros 30 durante el primer año de vida del bebé.
Proyectos
Gala López Langou, directora del Programa de Protección Social del Cippec enumera a Rumbos algunas de las sugerencias que tienen para modificar el régimen. “Que se busque incorporar a todos, que la puerta de entrada sea la tenencia de un hijo y no necesariamente la categoría del trabajo”, propone López Langou, quien señala que la actual legislación tiene un sesgo “maternalista”. “La licencia por maternidad es mucho más larga que la de paternidad, lo que tiende a establecer que el rol del padre es trabajar. Eso repercute en la división de roles en el hogar y en cómo afecta la inserción en el mercado laboral,
que es distinta para varones y mujeres. Nosotros proponemos una modificación coparental, que se extienda mucho más que proporcionalmente la licencia por paternidad que la licencia por maternidad, que se creen las licencias familiares y que este conjunto de días pueda ser usado indistintamente por cualquiera de los dos adultos del hogar”.
En el Proyecto de Ley sobre equidad de género e igualdad de oportunidades en el trabajo presentado por el poder Ejecutivo proponen modificar el capítulo dedicado a “la conciliación del trabajo con la vida privada y familiar”. En ese orden, se cambiaría el texto del artículo 158 de la Ley de Contrato de Trabajo N° 20.744 incorporando la licencia de “quince días corridos para el supuesto de nacimiento o adopción de un hijo, la que podrá extenderse por diez días corridos, aplicando todo ello para el trabajador cualquiera sea su género”.
La visión sicológica
Para el doctor Enrique Stola, médico psiquiatra y psicólogo clínico, la iniciativa se trata de una oportunidad muy positiva, ya que se involucra “al varón o la persona no gestante en la crianza”. Aunque, dice, todo dependerá de las características machistas o no machistas del varón que tome la licencia. “Yo creo que es un avance y una posibilidad que tienen los varones de ejercer una paternidad diferente. Hay que hacer un fuerte llamado de atención a los varones para que aprovechen su tiempo en criar a sus hijos. La obligatoriedad es importante porque si se lograra la misma cantidad de días para el cuerpo que gesta que para el que no gesta, se eliminaría una de las fuentes de discriminación laboral contra las mujeres”.
La doctora Diana Zalzman, Profesora Adjunta de la Facultad de Medicina del Departamento de Psiquiatría y Salud Mental de la Universidad de Buenos Aires, considera que el tiempo ideal para la licencia de los padres debería ser de 45 días, ya que es cuando termina el puerperio, y se le da el alta a la madre.
Zalzman hace hincapié especialmente en la figura de apego. “No tiene que ser necesariamente la madre o el padre. Si están los dos, el sostén es compartido y trae muchísimos beneficios. Si el padre sale rápidamente al trabajo y viene a la noche agotado, la figura de apego queda casi exclusivamente en la madre. Y el apego no es sólo mental, sino también fisiológico, el de la hormona que permite sentir placer mutuo, padre- hijo por contacto, y genera la confianza básica, aquello que te va a permitir el día de mañana más tolerancia a la frustración. Quienes han tenido el primer año de vida esta figura de apego tienen menos riesgo de situaciones de pánico y tolerancia a la frustración”.
En primera persona
A diferencia de lo que ocurre en la mayoría del empleo formal -en el Estado, industrias y pymes-, algunas empresas como Arredo, Accenture, y Staples, ya dieron el primer paso en la senda de considerar el período de licencia de los padres como algo fundamental. Fernanda Manuel es Gerenta de Organización , Personas y Sustentabilidad de Arredo, donde desde hace dos años implementaron las licencias por paternidad. “Nuestras licencias tienen un trasfondo cultural, el de una empresa familiar fundadora que siempre estuvo muy cerca de las familias núcleo de los ‘colaboradores’. Tomar al colaborador como trabajador con toda su familia y estar cerca de sus problemáticas, alegrías, vivencias, teniendo en cuenta la crianza de sus hijos”.
En Arredo los padres cuentan con una licencia de quince días. Y las madres, luego de los tres meses otorgados por ley, tienen la posibilidad de trabajar medio día conservando el sueldo completo. “Las personas trabajan mucho mas motivadas y vuelven más contentas al trabajo. No solo se genera en quienes gozan de la licencia, sino en sus compañeros, que ven como lo disfrutan”.
Alan Casanovas trabaja en un local de Arredo y es uno de los beneficiados por la licencia. “Disfruté poder conocer a mi hijo, estar acompañando a la mamá esos quince días, tener esa intimidad. Es una experiencia inolvidable, inigualable” dice Alan, que había trabajado en lugares que otorgaban dos días. “En otra empresas, mis compañeros tenían que juntarse las vacaciones. O, si no tenían vacaciones, la licencia era sin goce de sueldo. Yo tuve la tranquilidad de tener quince días enfocado en mi familia y mi hijo, conectado a pleno. Fue buenísmo”.
Johana Robino es responsable de Recursos Humanos de la empresa de artículos de librería y oficinas Staples, que cuenta con una licencia de catorce días corridos, desde hace unos diez años. “Darle a los padres muchos más días tiene que ver con darles plenitud para que estén con la familia. Este es uno de los beneficios más valorados porque impacta en el compromiso de la gente con la compañía. Es el sentido de pertenencia, la experiencia, lo que al empleado le genera aprovechar días que la empresa le cede y hace que estén más comprometidos, le agrega valor en su desempeño. Todas las acciones de clima y bienestar son un gasto que no tiene contraposición”. •
PSICÓLOGA: “SI EL PADRE SALE RÁPIDAMENTE AL TRABAJO Y VIENE A LA NOCHE AGOTADO, LA FIGURA DE APEGO QUEDA CASI EXCLUSIVAMENTE EN LA MADRE”.