El abecé de la cerveza
Hay varios errores que suelen cometerse al tomar cerveza”, explica Sol con paciencia de maestra. “Uno muy común es tomarla directamente de la botella. Así te perdés mucho de la experiencia sensorial: no ves el color, la espuma ni el brillo de la cerveza y la nariz no participa de la degustación. ¡Es todo un sentido menos! Por otro lado, la cerveza siempre tiene que tener dos dedos de espuma. Esta, además de protegerla del oxígeno, retiene el gas, concentra los aromas y habla mucho de la calidad del cervecero. Un tercer mito es que siempre hay que tomar la cerveza helada. En realidad, hay cervezas elaboradas con diversas variedades de malta y lúpulo, que buscan jugar con otros gustos y aromas. Al tomarlas tan frías, los sabores quedan retenidos y nos perdemos de probarlas en toda su complejidad”.
¿A los argentinos les falta todavía explorar el mundo de la cerveza? Sí, en conocimiento estamos muy lejos de otros países sudamericanos, pero hay un interés que está creciendo muy rápido respecto de hace cuatro o cinco años y que estimula mucho a los fabricantes. ¿Qué país tiene una cultura cervecera envidiable?
En Europa hay una tradición milenaria. Tienen la cerveza muy incorporada a la vida diaria. En países como Bélgica o Alemania la gente sale de la oficina y se va directo a tomar una cerveza, no un cóctel o u naco pita de vino. ¿Crees que la cerveza puede llegar a ser tan compleja como el vino? Sí, y me encantaría que en la Argentina se diera un vuelco más gastronómico sobre todo al maridaje: salir ya de la picada y de la pizza. Pero falta para eso.
¿Qué variedad le recomiendas a quien quiera probar algo nuevo? La Porter me parece una opción muy interesante. Tiene notas oscuras, de café y chocolate, y va muy bien tanto con guisos y risottos de hongos como con chocolates y postres como el tiramisú.
¿La clave de un buen maridaje cervecero?
Es sencillo. Siempre combinar platos de poca intensidad de sabor, como papas o pastas, con cervezas de poca intensidad de sabor. Y platos intensos –con más grasa, especias y condimentos– con cervezas de mayor amargor, más alcohol o más carga de maltas.