Sol radiante: ¡A cuidarnos los ojos!
El agujero de ozono permite que mayores cantidades de radiaciones solares lleguen a la superficie terrestre. Las indicaciones para restringir nuestra exposición a la radiación ultravioleta (UV) guardan relación con el daño que esta produce.
Muchas personas utilizamos cremas o sprays solares para proteger la piel durante los meses más cálidos, pero no es tan sabido que los ojos también necesitan protección. En verano pasamos mucho más tiempo al aire libre. Los estudios muestran que la exposición a la luz del sol puede, además, aumentar el riesgo de cáncer de piel, generar daños a los ojos, y patologías como las cataratas, la degeneración macular relacionada con la edad y lesiones de la superficie ocular de tipo degenerativas.
En general, el nivel de radiación guarda relación con la intensidad del brillo de la luz, y es mayor al reflejarse en la arena, en paredes, en cemento, en el agua o en la nieve.
Algunas lesiones en el ojo, como el pterigion, pueden aparecer a cualquier edad en personas que, trabajando o en actividades recreativas, pasan largas horas bajo el sol del mediodía o en las condiciones de UV-intensos cerca de ríos, océanos y montañas: especialmente personas dedicadas a la pesca, la agricultura, deportistas de montaña, surfistas.
El daño por los rayos UV es acumulativo y expone al ojo humano a un estrés oxidativo constante. Personas de todas las edades deben tomar precauciones cuando están al aire libre. Es importante comenzar a usar protección para los ojos a una edad temprana para resguardarlos de los años de la exposición ultravioleta.
El daño solar en los ojos puede ocurrir en cualquier momento durante el año, así que hay que asegurarse de llevar gafas de sol que bloqueen los rayos UV y sombreros de ala ancha si se va a estar al aire libre, sobre todo en estas circunstancias:
Durante el verano, cuando el nivel de la radiación ultravioleta (UVA y UVB) es al menos tres veces mayor que durante el invierno.
En la playa, en río, en la pileta.
Al realizar deportes de invierno, especialmente, a altas altitudes (esquiadores).
En días nublados, ya que los rayos del sol pueden atravesar nubes y neblina.
Al empender actividades de senderismo y trekking por sierras y montañas.
Nunca mirar directamente al sol, ya que puede provocar una retinopatía solar, es decir, un daño a la retina del ojo producido por radiación solar.
Comprar y usar anteojos de sol con etiqueta “protección UV 100%”: utilizar solo gafas que bloqueen los rayos UVA y UV-B y que estén etiquetadas.
Elegir anteojos que tengan estilos envolventes, para que los rayos de sol no puedan entrar por los costados.
Los estudios científicos también han demostrado que la exposición a la radiación ultravioleta (UV) durante el bronceado artificial, es decir, las famosas “camas de bronceado”, también puede causar un daño severo a los ojos. Si una persona va a broncearse en estas camas, tiene que tomar la precaución de proteger sus ojos de la luz UV durante el tiempo de exposición. •
Una de las pocas cosas buenas de la pandemia fue que, en lo personal, aproveché el encierro para mejorar algunos de mis hábitos cotidianos: la alimentación, las horas que paso frente a la pantalla y hasta el manejo de la ansiedad. Para esto último, descubrí que la meditación podía ser una gran aliada, pero nunca lo había hecho y no estaba segura de cómo empezar hasta que descubrí en Netflix la Guía Headspace para la meditación. Dividida en ocho episodios de 20 minutos cada uno, la serie te va enseñando los diferentes beneficios de la meditación y los pasos a seguir de forma guiada, para que después puedas hacerlo en tu casa por cuenta propia (recomiendo verlo en español, así podés cerrar los ojos y relajarte 100%). Como tuvo gran éxito, Headspace (una plataforma digital de mindfulness) lanzó dos especiales más en alianza con Netflix. Uno es la Guía Headspace para el sueño, que trae una propuesta muy parecida a la de la meditación pero enfocada en lograr un buen dormir nocturno. El otro lanzamiento es una experiencia interactiva de 15 minutos, en la que el usuario puede ir eligiendo distintas opciones según su estado de ánimo o lo que tenga ganas de hacer ese día: meditar, realajarse o dormir profundamente. •
Además de playlists con música para meditar, en Spotify hay podcasts sobre el tema. Acá les recomiendo tres opciones diferentes: dos con meditaciones guiadas y uno más informativo.