El cura Brochero inspiró a 26 parientes religiosos
Son sacerdotes y monjas que se ordenaron por el estímulo de la figura del beato de Traslasierra.
Para muchos feligreses católicos, ser pariente del cura Brochero podría ser un estímulo más que suficiente como para seguir su misma vocación. Es como si dentro de 100 años, encontrásemos que hay una veintena de jugadores de fútbol, todos descendientes e inspirados por Lionel Messi.
La cuestión es que la investigación realizada para la causa de beatificación de Brochero, realizada por la historiadora Liliana De Denaro, reveló que 2 6 fami liares del sacerdote de Traslasierra tomaron posteriormente su mismo camino religioso.
Entre ellos figura el actual arzobispo de Córdoba Carlos Ñáñez, cuyo bisabuelo era primo hermano de Brochero.
Además, entre los religiosos parientes de Brochero figuran tres obispos y un arzobispo, nueve presbíteros y ocho hermanas religiosas, una de ellas, Susana Ñáñez, hermana del jefe de la iglesia cordobesa.
El exhaustivo y minucioso trabajo de De Denaro –fruto de su libro La familia del Beato José Gabriel Brochero Dávila– pone al descubierto esta situación, aunque no en todos los casos la figura del cura Brochero fue decisiva al principio en la vocación sacerdotal de sus descendientes.
Es el caso de Carlos Ñáñez, quien en el libro cuenta: “La figura de Brochero casi no tuvo incidencia en mi planteo vocacional y ni en mi proceso de formación en el Seminario Mayor y en el Colegio Pío Latino Americano de Roma. En casa escuché algunas referencias de mi papá o de mi mamá que contaban anécdotas de mi abuela paterna, Doña Rosa Dávila, a quien no conocí. Ella hablaba del ‘tío Gabriel’. Algunas de esas anécdotas eran interesantes o risueñas, pero nada más”.
No obstante, el arzobispo de Córdoba agrega: “Siendo ya sacerdote, el impulso que dio el cardenal Raúl Francisco Primatesta a la figura del cura Brochero y al proceso de su beatificación comenzó a influir fuertemente en mi vida de sacerdote y motivó a interesarme por conocer más acerca de este bendito cura. Además, he podido participar en todos los encuentros nacionales de sacerdotes realizados en Villa Cura Brochero y esos encuentros fueron determi nantes para hacer crecer en mí la admiración y la devoción por este venerable sacerdote”.
“El tío Gabriel”
Otro de las parientes que abrazó la vocación sacerdotal fue Francisco José Bisio.
Él recuerda que en su casa paterna siempre se lo nombró al cura Brochero como “el tío Gabriel”. “Esta forma de nombrarlo lo heredamos de mi abuela materna, María Julia Dávila Blanco, que lo conoció y muchas veces recibió en su casa. Contaba que – siempre que la visi taba– le pedía que le cebara mates, sentándose a realizar la visita en el patio de la casa”, comenta Bisio.
También Susana Ñáñez, hermana de la Sagrada Familia de Urgel, dice que de niña siempre escuchó a su padre hablar del “tío Gabriel”.
En la nómina de parientes religiosos que vinieron después de Brochero hay tres que llegaron a ser obispos: Audino Rodríguez Olmos Dávila (Santiago del Estero), Inocencio Dávila Matos (Catamarca) y Horacio Gómez Dávila (La Rioja).