Las adicciones que no son sustancias
la tecnología atraviesa la existencia de los chicos e impacta en sus modos de conocer, aprender y comunicarse.
Quienes tienen hijos entre los 13 y 18 años, principalmente, se van a interesar (y preocupar, quizá) por nuestra apuesta informativa de la edición de hoy.
Unicef-Argentina encargó un estudio que abarca a los más de 13 millones de niños y adolescentes conectados a internet. Y reveló que el 70 por ciento dijo haber visto contenidos de tipo sexual o pornográfico.
Pero el dato más sorprendente es que siete de cada 10 padres saben “más o menos” o “nada” de lo que sus hijos hacen en la web.
El informe está desplegado en las páginas 3 y 4. En esta última, el psicólogo e investigador cordobés Enrique Virdó reflexiona que los progenitores de estos niños y adolescentes ya no pueden excusarse de la supuesta brecha digital que los separa. En todo caso, dice el profesional, estos padres deberían interesarse más en qué andan y qué relaciones establecen los chicos en internet.
Daniel Mías, especialista en Neuropsicología de la UNC, reconoce que no hay un protocolo determinado para actuar en estos casos.
“Si un padre genera una alarma corre el riesgo de provocar un problema donde no lo había. No todos los chicos quedan pegados a eso. Hay sitios más peligrosos que los pornográficos. Además, el adolescente no dimensiona como un adulto. Y muchas veces los padres ‘adultizan’ lo que ellos piensan de la pornografía. El problema es con aquellos chicos que tienen una vulnerabilidad”, dice Mías. Y agrega: “Hay adicciones que no son sustancias, como la pornografía, el consumo o los juegos. Pero siempre una adicción se instala en un terreno fértil, en familias poco contenedoras, que ‘adultizan’ tempranamente a sus hijos, obligándolos a ser autónomos a muy corta edad”.
En definitiva, el informe del que nos hacemos eco advierte sobre la tecnología, en general, que atraviesa la existencia de los chicos e impacta en sus modos de conocer, aprender, expresarse, divertirse y comunicarse.