La Voz del Interior

La comida, evidencia de un turismo más gasolero

En Carlos Paz se acentuó una caracterís­tica del consumo: los visitantes ahorran, sobre todo en sus salidas gastronómi­cas. Hamburgues­as, “choris”, lomitos y panchos les ganan por goleada a los platos “gourmets”.

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En un local de la calle Juan B. Justo, a metros de la peatonal, se puede comer un pancho gigante y tomar una gaseosa por 50 pesos. Otra “promo” atractiva incluye dos lomitos por 190 pesos y una “superhambu­rguesa” con papas y gaseosa por 75 pesos.

“La gente busca lo más económico”, dice Fernando De María, uno de los propietari­os del local de Pizza Libre, sobre avenida Libertad. El comercio está al lado del teatro Luxor, que recibe unas dos mil personas por noche. Muchos de sus clientes vienen de allí: es gente que pagó hasta 725 pesos para ver un espectácul­o y tiene que comer barato. Por 100 pesos por persona, pizza libre. “También ofrecemos lomitos, rabas y otras comidas, pero la mayoría va a la pizza”, dice De María.

Su familia comenzó con esta modalidad hace unos 10 años en un local en el centro y hoy cuentan con tres sucursales.

Afuera, el rosarino Osvaldo y su mujer Noelia hacen cuentas: “Somos cuatro. Pagamos 400 de pizza diente libre y con gaseosas cenamos por unos 550 pesos”, dice el hombre, mientras ella agrega que será la mitad de lo que habían pagado la noche anterior, con platos –eso sí– algo más variados. Todo por un “chori” Los jóvenes van a lo más rápido y rendidor. Por ese público juvenil que las inunda, las pancherías casi nunca cierran. El local que McDonalds tiene en pleno centro también es un imán para ese público. Por 15 pesos, los chicos compran un helado de máquina a través de una ventanilla. Siempre hay una fila en ese lugar.

En Punto Manu se puede comer un choripán o una hamburgues­a. Manuel Romero, su dueño, abrió un local en 2007 cuando el municipio

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