El desafío de cerrar grietas y París como ejemplo global
París. El flamante presidente francés, Emmanuel Macron, afirmó que cerrar las fracturas que hay en Francia “estará en el centro” de su mandato, con el objetivo puesto en que “la globalización beneficie a todos”.
“Esa reconciliación de Francia será el centro, el corazón de mi misión”, subrayó Macron en un discurso en el Ayuntamiento de París, durante una recepción que ya es una tradición tras la toma de funciones por el jefe del Estado.
El jefe de Estado dijo que el desafío en los próximos cinco años es que Francia “no se deshaga”.
Macron habló tras la alcaldesa de París, la socialista Anne Hidalgo, y señaló que “París debe ser la capital europea que portará la refundación de un nuevo proyecto, como ya lo hizo hace unos decenios, con los inicios del proyecto europeo”. El presidente rindió homenaje a Hidalgo por su acción al frente de la Alcaldía, y en particular por su reacción ante la crisis de los refugiados, cuando la alcaldesa sostuvo que hacía falta “una respuesta humana y digna”.
Macron describió a París como “el corazón histórico” de Francia, pero también “un corazón mortificado” que ha pagado un fuerte tributo por los sucesivos ataques yihadistas que ha sufrido. “En la adversidad, los parisienses fueron fieles a sí mismos no huyendo ni encerrándose”.