Asesinó a otro hombre y para la Justicia fue un crimen de pareja
Matías Severiano Torres (23) fue condenado a prisión perpetua por el homicidio doblemente agravado por alevosía y por el vínculo de Walter “Paty” Pérez (52), quien regenteaba un bar en la ex ruta pesada de Villa María, y al que asesinó de al menos 10 mazazos en el cráneo.
No estaban casados ni llevaban una relación de años.
Torres había llegado al bar meses atrás en busca de un lugar para vivir, luego de pasar un tiempo en la cárcel y de que lo echaran de la casa donde residía con su novia, a la que había agredido.
Pérez le proveía techo, comida, ocasionalmente le compraba ropa y ocupaban la misma habitación dentro del inmueble. No ocultaba su homosexualidad y su relación con Torres.
El victimario, en cambio, negó en el juicio que fueran novios y aseguró que solamente alquilaba un dormitorio donde vivía.
El fiscal de Cámara, Francisco Márquez, explicó que los testimonios de 14 personas que vieron indicios de la existencia de una relación establecida entre víctima y victimario fueron fundamentales para acreditar la existencia de un vínculo.
Muchos eran parroquianos del bar o familiares de la víctima.
Así también lo había entendido quien fuera el fiscal de instrucción, Daniel Del Vö, que elevó la causa con la calificación del vínculo. Durante el juicio, el fiscal de Cámara Márquez pidió que se agravara además por alevosía.
En su defensa, Torres dijo que mató a Pérez porque este lo amenazó con un arma para obligarlo a tener relaciones sexuales sin preservativo, a cambio de la cena.
El informe forense indicó que el ataque fue desde atrás, dentro del comedor. Junto al cuerpo de la víctima quedó tirado un plato con restos de comida.
El juicio se tramitó con jurado popular en la Cámara del Crimen de Villa María. El fallo fue por unanimidad en la calificación por alevosía, y por mayoría en cuanto al agravante del vínculo. También se lo condenó por hurto, debido a que se robó un teléfono celular de la víctima. El asesinato fue cometido hace dos años, el 3 de junio de 2015. El homicida huyó a Córdoba, donde fue detenido.