Cristina va por su supervivencia para luego poder avanzar sobre el PJ
La exmandataria se presenta con una fuerza fuera del peronismo, pero con el respaldo de intendentes del conurbano bonaerense. Para el armado de las listas, marginó a muchas figuras K que cargan con rechazo social.
Unidad Ciudadana (UC), y luego de la derrota electoral de 2015.
La expresidenta, como en aquella ocasión, no contará con el aparato del PJ, en una jugada de último momento que dejó sin posibilidad de darle la pelea interna a su exministro del Interior y Transporte Florencio Randazzo, obligado a ir con el sello partidario en el Frente Justicialista Cumplir.
Sin embargo, cerca de 90 por ciento del peronismo del mayor distrito electoral del país (casi 37% del padrón nacional) se alineó detrás de su precandidatura; sobre todo aquellos dirigentes con representatividad territorial: los intendentes; particularmente, los del Gran Buenos Aires.
Sabedora de que su intención de voto tiene “un techo y un piso” próximos, su estrategia electoral consistió en desechar del armado de la lista de precandidatos a figuras históricas del kirchnerismo, en muchos casos diputados a los que se les vencerán sus mandatos en diciembre próximo, para colocar en los primeros lugares a “caras nuevas” que no generan rechazo social.
Los históricos aparecen en posiciones menos expuestas dentro de la lista de precandidatos a diputado, como Daniel Scioli y el jefe del PJ provincial, Fernando Espinoza; mientras que su segundo al Senado es el excanciller Jorge Taiana, referente del Movimiento Evita, que así quedó fragmentado, pues oficialmente apoya a Randazzo.
La precandidatura de Cristina apunta, por un lado, a evitar la disolución del kirchnerismo como corriente política, luego de la derrota en la última presidencial. Y desde allí ocupar, por otro lado, un lugar en la pelea por la reconstrucción y el liderazgo del peronismo a nivel nacional de cara a 2019. El resultado que obtenga hoy será clave para las elecciones de octubre.