Fuego voraz
Más de 300 hectáreas ya se quemaron y los bomberos dicen que deberán luchar dos o tres días más.
Todo se conjugó para que el incendio que se inició este viernes en la zona del cerro Mogote, en la reserva natural La Defensa, de La Calera, no tuviera freno durante las últimas horas y se propagara por todo el cordón montañoso que acompaña a la variante Costa Azul hacia el dique San Roque.
Para el jefe de Defensa Civil de la Provincia, Diego Concha, de larga trayectoria en combate de incendios serranos, el fuego seguirá su curso por lo menos por uno o dos días más.
Aunque en este caso no se lamentan pérdidas materiales, el daño natural es cuantioso, ya que los cálculos preliminares que trazaban ayer los bomberos y el personal de Defensa Civil hablaban de 300 hectáreas de monte y pastizales.
Cerca de 200 bomberos voluntarios de toda la provincia se sumaron a la lucha contra el incendio forestal de mayor envergadura en lo que va del año en esta región serrana. Anoche, muchos de ellos iban a comer en el Ipem 67, de Malagueño, ciudad que se convirtió en el centro de operaciones de los cuerpos de bomberos. Luego, muchos pernoctarían en predios del Ejército, en La Calera.
La ayuda de cuatro aviones hidrantes del Plan de Manejo del Fuego se pudo observar en forma concreta y permanente ayer, en la que buena parte del freno que se le puso al frente, que en algunos momentos alcanzó 12 kilómetros, se debió a la pericia de los pilotos.
Imparable
“Le dimos duro hasta las 3 de la madrugada, pero tuvimos que parar porque es muy peligroso”, dijo uno de los bomberos del cuartel de Malagueño, con los ojos irritados por tanto humo. Su jefe, Juan Manuel Molina, aseguró que hubo dos elementos que complicaron la labor: el viento y la topografía.
A la reserva se accede por un camino militar, que ingresa por el paraje La Ochoa, hacia el cerro Mogote. Y, desde la variante Costa Azul, los efectivos tuvieron que caminar largos trechos por terreno escarpado y con pendientes pronunciadas. Allí, el tránsito vehicular estuvo cortado durante toda la tarde y los automovilistas que viajaban hacia el norte de Punilla fueron derivados a la ruta 38.
Concha explicó que, desde las primeras horas de ayer, personal altamente capacitado en incendios serranos trabajó en los sitios con mayor complejidad. “Esa gente caminó todo el día y todavía no bajó”, contó ayer a las 17. Afortunadamente, hasta anoche no había bomberos heridos.
Beatriz Migoya tiene una pequeña despensa en el dique San Roque, donde hay unos 15 comer-
cios que viven de la clásica visita de los turistas que llegan para conocer el paredón y el embudo del embalse. “Tuvimos el fuego a unos 500 metros”, contó, y afirmó: “Nunca tuve miedo porque estuvimos al lado de los bomberos y ellos nos cuidaron”.
Uno de los elementos que le sumó complicaciones al cuadro de situación fue que esta zona no sufría un incendio de tal magnitud desde hacía muchos años, con lo que la vegetación seca y frondosa genera las condiciones para que el fuego se propague con mayor facilidad y velocidad.
Desde Defensa Civil se adelantó que el riesgo extremo de incendios se mantendrá al menos hasta el lunes por las altas temperaturas y por los fuertes vientos.