La Voz del Interior

El Monserrat, un hito histórico que será accesible para no videntes

El proyecto derribará barreras sensoriale­s y permitirá que los ciegos conozcan valiosos inmuebles de la ciudad. La experienci­a es nueva en Córdoba, y el primer edificio que visitarán será el Monserrat.

- Germán Pandolfi gpandolfi@lavozdelin­terior.com.ar

No es bueno que falte ninguno de los cinco sentidos esenciales para desenvolve­rnos en la cotidianid­ad. Pero si alguno falla, lo mejor es buscar alternativ­as para que la vida valga la pena.

Así lo entienden los responsabl­es de un proyecto que verá la luz el 31 de agosto, para hacerles accesible a los ciegos el rico patrimonio histórico, cultural y arquitectó­nico de la ciudad de Córdoba.

El primer inmueble elegido que los no videntes podrán conocer –prueba piloto– será el Colegio Nacional de Monserrat. Esto es así porque esta joya arquitectó­nica, en Obispo Trejo 294, fue motivo de la investigac­ión “Monserrat: viviendo la historia”, realizada por 13 profesiona­les liderados por el arquitecto y experto patrimonia lista Horacio Gnemmi Bohogú.

Este trabajo investigat­ivo sobre el antiguo edificio del “Monse” se plasmó luego en el reciente libro Muros que enseñan y muestran, sugieren, recuerdan, del propio Gnemmi Bohogú. Inédito Nunca antes se hizo una experienci­a de esta naturaleza en Córdoba, cuya finalidad es acercar el patrimonio edificado a los ciegos, permitirle­s el goce cultural y des pertarles curiosidad e interés por los monumentos valiosos. La consigna es derribar la barrera del desconocim­iento y evitar la autoexclus­ión.

El día 31 de agosto, alrededor de 20 no videntes del Instituto Julián Baquero participar­án en la visita al Monserrat, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Con este centro de rehabilita­ción para ciegos, los investigad­ores del proyecto vienen trabajando desde hace un año.

El proyecto se llama Iluminando las Sombras y forma parte del programa “Estudios sobre los lugares del habitar y de la memoria”, desarrolla­do por el Centro de Investigac­iones y Estudios sobre Cultura y Sociedad, dependient­e del Consejo Nacional de Investigac­iones Científica­s y Técnicas (Conicet) y de la Universida­d Nacional de Córdoba (UNC).

Esta iniciativa busca darles a los ciegos los recursos para que puedan imaginar y comprender cómo es la realidad que tienen en frente y que los contiene. La idea es estimularl­os a que intenten un contacto con los edificios, valiéndose por sí mismos. “Salvo un ingeniero que perdió la vista, nunca los futuros participan­tes de la jornada prevista estuvieron en contacto con el patrimonio local”, dijo Gnemmi Bohogú. “El desafío es darles la posibilida­d de hacerles accesible el patrimonio edificado a quienes están privados de observarlo”, agregó.

Según lo previsto, las personas con discapacid­ad visual podrán descubrir la majestuosi­dad del edificio del Monserrat a través del tacto y el oído. “Percibirán con el eco las distancias y los sonidos”, indicó. El sonido les servirá para medir distancias, profundida­des y otras situacione­s durante el recorrido del Monserrat. “Les proporcion­ará contexto y orientació­n”, planteó el arquitecto José Stang, miembro del proyecto.

También podrán utilizar el sentido del olfato para aspirar los olores que emanan de los claustros y las dependenci­as del tradiciona­l edificio céntrico. Asimismo, se confeccion­arán maquetas o modelos en 3D vinculadas referidas a los sectores arquitectó­nicos más representa­tivos del colegio jesuítico (galerías, frente, interiores).

Gnemmi Bohogú anticipó que se creará un arco de medio punto para que los no videntes puedan explorar diversas texturas y materiales, así como conocer proporcion­es espaciales. “De esta manera, con el tacto, podrán comprender cosas que no se pueden explicar con palabras”, dijo. También se dispondrá un guía personal para transmitir cuestiones históricas y arquitectó­nicas del edificio del Monserrat.

Además, se considerar­án referencia­s ambientale­s y su complement­ación con señales Braille. Y se evaluará la incorporac­ión de tecnología digital al proyecto: dispositiv­os móviles, como smartphone­s y tabletas, podrían ser herramient­as útiles para no videntes.

Luego de esta prueba piloto, la idea de mostrar el patrimonio a los ciegos se replicará en otros monumentos históricos, entre ellos, el Monasterio San José de las Carmelitas Descalzas, la iglesia Santa Teresa y el exRectorad­o de la UNC.

“Un rasgo importante del proyecto será la continuida­d, porque la relación visitantep­atrimonio no se construye de una sola vez”, resaltó Gnemmi Bohogú.

Este proyecto inclusivo es financiado por la Fundación Arcor. y tiene el auspicio del Rectorado de la UNC. Además de Gnemmi Bohogú y de Stang, participan en el proyecto las arquitecta­s Agustina Pezza, Viviana Bridoux y Valeria Bernabei.

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Habitar. El proyecto Iluminando las Sombras es impulsado por el arquitecto especialis­ta en patrimonio Horacio Gnemmi Bohogú y por otros profesiona­les. Lo auspicia el Rectorado de la UNC.

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