El misterioso caso de la posible víctima número 15 del atentado
BARCELONA. Un cadáver apuñalado entre los asientos delanteros y traseros de un auto es uno de los misterios abiertos tras los atentados que el jueves dejaron 14 muertos en el centro de Barcelona y en la localidad costera de Cambrils.
Con España estremecida por las noticias que llegaban desde Barcelona y por la tormenta de datos en parte contradictorios en redes sociales, la Policía informó la tarde del jueves que un Ford Focus se había saltado un control policial y había atropellado a dos agentes antes de ser ubicado en otra parte de la ciudad.
La conclusión parecía obvia: uno de los terroristas de Las Ramblas había intentado escapar en el auto y, al dar con un control poli cial de salida de Barcelona, había querido evitarlo para terminar abatido por los agentes. Pero la situación dio un giro inesperado.
Los Mossos d’Esquadra, la policía regional de Cataluña, revelaron que el cadáver correspondía a un español sin antecedentes y la forense descubrió que el ocupante del vehículo no había muerto por heridas de bala, pese a que los agentes le habían disparado, sino apuñalado.
Se planteó así la hipótesis principal, aunque todavía no confirmada: uno de los terroristas, acaso el autor material del atropello en Las Ramblas, secuestró el auto para escapar e hirió de muerte a su propietario. Y al dar con el control, pudo sortearlo para luego abandonar el vehículo con el cuerpo de su dueño adentro.
Ayer se conoció el perfil del ocupante fallecido. Se trata de un ingeniero de 34 años, amante del fútbol y muy conocido en Vilafranca del Penedés, unos 60 kilómetros al oeste de Barcelona.
Soltero y sin hijos, era conocido también por su carácter inquieto y solidario. Vivió en Francia y en Argentina, y, además, había trabajado de cooperante en Haití.
También se reveló ayer un detalle que apoyaría la hipótesis del robo: la Policía tiene un testigo que dice haber visto a alguien huyendo del auto. Si se confirma que el dueño del auto fue asesinado, pasará a ser la víctima número 15 de los atentados. Por el momento, es una de las tantas piezas que quedan por ubicar en el rompecabezas del ataque que estremeció a Cataluña.