La reconstrucción y el enemigo interno
Los movimientos que realicen el Gobierno provincial y el peronismo cordobés de aquí en más no tendrán como principal objetivo los comicios legislativos del 22 de octubre. La mira está enfocada en 2019.
Consciente de la irreversibilidad del resultado del próximo pronunciamiento en las urnas, el gobernador Juan Schiaretti puso en conocimiento de sus planes a sus más íntimos allegados. El concepto que soltó ante sus principales espadas políticas es el de la “reinvención”.
Limar la diferencia de 16 puntos que le sacó Cambiemos en las Paso sólo ayudaría a mejorar el clima –desde el punto de vista psicológico, si se quiere– ante la nueva tarea que se plantea Schiaretti.
La recuperación mostraría, de concretarse, una reacción del aparato, muy cuestionado internamente por el trabajo realizado en agosto, aunque condicionado por el factor polarización alentado por el gobierno de Mauricio Macri. El problema, de todos modos, es más profundo. Por eso la determinación del líder del Panal.
El amplio revés en las primarias, que operó como si fuese una primera vuelta electoral, tuvo un lado positivo para el Gobierno: lo ayudó a acelerar acciones previstas para el futuro y lo puso cara a cara con una percepción que está unida a la palabra más repetida en los últimos dos años de la política nacional: el cambio.
“Somos bien conscientes, y el gobernador es el primero en decirlo, de que estamos ante un desafío como gobierno y como fuerza política: reinventarnos. Los 20 años que vamos a cumplir en el poder en 2019 son una mochila pesada, que sólo podremos aguantar si somos capaces de presentar a los cordobeses una propuesta renovada. Lo que planteamos no es un simple lavado de cara. Hablamos de un profundo cambio que sintetice lo mejor que hemos hecho en estos años, sumado a nuevas políticas y programas vinculados a la forma de gestionar”.
La definición, una mezcla de análisis y propuesta, fue lanzada en los últimos días por uno de los hombres más cercanos a Schiaretti y que interpreta el pensamiento actual del líder de Unión por Córdoba.
Ni la batería de obras públicas por inaugurar en 2019 que tiene en carpeta Schiaretti es considerada suficiente para contrarrestar el escenario político adverso que casi con seguridad quedará instalado luego de las elecciones de octubre. La remontada será desde esa base.
“Vamos a tener para mostrar la conclusión de los gasoductos troncales, el cierre de la Circunvalación de la ciudad de Córdoba, la finalización de la autovía a Río Cuarto y cientos de otras obras en toda la provincia. Pero sabemos que con eso no será suficiente. La reconstrucción del proyecto (político) debe ser integral”, subrayan cerca del gobernador.
Mundo aparte
En el peronismo, ya hay dirigentes que advierten sobre las oleadas de aroma a “fin de ciclo” que, por momentos, se posan sobre el ambiente político provincial. Esa percepción es la misma que envalentona a los principales referentes de Cambiemos.
Saben que desde el domingo 22 de octubre se disparará una puja interna con final incierto. El enemigo interno suele ser el mejor aliado de tu adversario.
El objetivo es complejo: lograr que las distintas escuderías anotadas para la carrera hacia la gobernación no se choquen en los boxes y le entreguen la bandera a cuadros al peronismo. El PJ no será espectador de esa competencia. Jugará fuerte. Sabe que operando en ese juego tiene mucho por ganar.
El pedido de Marcos Peña de morigerar durante la campaña las pretensiones con vistas a 2019 cayó en saco roto. Oscar Aguad se encargó de recordar que no está jubilado. Mario Negri reiteró sus intenciones de ser gobernador y en su entorno aseguran que 2019 “es el momento”.
Luis Juez está en Córdoba. Olfateó que Walter Nostrala, sexto en la lista, podría dar el batacazo y llegar al Congreso, lo que daría al diplomático un nuevo impulso interno. Héctor Baldassi, el macrista mejor posicionado, no se moverá de su discurso: hará lo que Macri le señale.
El otro radical con legítimas aspiraciones es Ramón Mestre. Fue quien más repitió la frase “sin 2017, no hay 2019”. El intendente quiere ser candidato. Para eso, deberá mejorar su gestión en la Capital y, sobre todo, lograr que Macri no lo vete como ya lo hizo una vez.
“LA RECONSTRUCCIÓN DEL PROYECTO POLÍTICO DEBE SER INTEGRAL”, SUBRAYAN CERCA DEL GOBERNADOR .